Las cuevas de Altamira (norte de España), que albergan importantes pinturas prehistóricas, no reabrirán al público este año, como estaba previsto, a la espera de que una comisión internacional estime si las visitas dañan su conservación.
El patronato del museo de Altamira decidió este jueves que «no es aconsejable modificar las condiciones de accesibilidad a la cueva ni proponer un régimen de visita pública», según un comunicado del ministerio de Cultura.
En junio, el ministerio de Cultura había anunciado la reapertura a finales de año de estas cuevas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985 y cerradas al público desde 2002 para garantizar su conservación.
El patronato decidió este jueves que crear «un grupo internacional multidisciplinar» que «determine el impacto que la presencia humana tiene sobre el arte rupestre», lo que «en un plazo máximo de dos años, permitirá hacer una nueva valoración sobre la conservación de la cueva y su compatibilidad con un régimen de visitas».
Además señaló que su clausura al público ha permitido que «en los últimos años», la cueva registre «unas condiciones ambientales más estables que antes del cierre».
Las cuevas de Altamira, situadas en la región de Cantabria (norte), fueron descubiertas en 1879, lo que supuso el descubrimiento del arte rupestre paleolítico, del que es su principal representante junto con las cuevas de Lascaux (suroeste de Francia).
Las pinturas en la roca, que datan del Paleolítico Superior, hace 15.000 años, representan bisontes, caballos, ciervos, manos y otros signos.
Son una muestra del «apogeo del arte rupestre paleolítico, que se desarrolló en toda Europa (…) entre los años 35.000 y 11.000 a.C.», según la UNESCO.
Desde septiembre de 2002, el público ha visitado una réplica que desde entonces ha sido contemplada por 2,5 millones de personas.
Las cuevas ya cerraron al público una primera vez entre 1977 y 1982.
En abril, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), organismo público de investigación, advirtió de que su reapertura al público podría dañar las pinturas.