La ley con la que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se había blindado ante diversos procesos judiciales está en tela de juicio. Si pierde su inmunidad, podrían volver a pedirle que responda por varias causas suspendidas.
El principal proceso que acecha al mandatario italiano es por corrupción e involucra al que fuera su abogado, el británico David Mills, condenado a cuatro años y medio de prisión por dar falso testimonio a cambio de dinero.
Mills fue acusado de recibir US$600.000 de su jefe por testificar a su favor en dos causas abiertas en 1997 y 1998.