Las cuentas claras


Editorial_LH

Todos los gobiernos tienen sus luces y sus sombras y entre éstas destacan aquellos actos de corrupción que afectan la capacidad del Estado para invertir en el efectivo y verdadero combate a la pobreza. Siempre hemos pensado que todo equipo de gobierno que sale tiene que ser sometido a una efectiva y correcta investigación para determinar la forma en que se manejaron los fondos, situación que generalmente termina haciendo la sociedad y particularmente la prensa porque los órganos de fiscalización tienen demasiados compromisos e intereses creados como para jugar tal función.

 


Y precisamente por ello es que el control resulta tan discriminatorio, puesto que se hace vigoroso en ciertos casos, como en el de Portillo por ejemplo, mientras se aplica la vista gorda para los otros que gozan de la protección de los sectores más poderosos del paí­s.
 
  Creemos que ahora que se aproxima el fin de este gobierno es indispensable que se haga un compromiso serio para investigar todos aquellos hechos que puedan significar corrupción porque es la única manera en que Guatemala podrá salir adelante dejando atrás la práctica de que cada cuatro años se esquilme al paí­s para enriquecer a los funcionarios de turno y a sus financistas polí­ticos.
 
  No proponemos ninguna cacerí­a de brujas, sino simplemente que se determinen los mecanismos precisos para generar un proceso de auditorí­a que verdaderamente permita establecer si hubo o no mal manejo de los recursos públicos, sobre todo los que fueron a parar a la bolsa de algún funcionario indecente.
 
  Como promesa electoral los candidatos pueden decir que deducirán responsabilidad a los corruptos de este gobierno, pero hace falta ir más allá, toda vez que lo indispensable es que se pueda marcar la hoja de ruta de cómo se hará esa acción legal de investigación para proceder penalmente contra los sinvergí¼enzas.
 
  Precisamente el interés del oficialismo en esta campaña y especialmente en esta etapa de segunda vuelta, está en su preocupación por las colas que puedan existir y que necesitan cubrir a como dé lugar para evitar que se les puedan aplicar sanciones legales por manejos incorrectos de los recursos. Y es que cuando un gobierno usó tanto dinero durante tanto tiempo para hacer su propia campaña polí­tica es natural que se produzcan agujeros que no salieron a luz mientras tuvieron el férreo control de la información, pero necesitan a fuerza garantí­as del próximo gobierno para asegurar que nada cambie y que no se les vaya a investigar seria y profundamente. Eso forma parte, desde luego, de la agenda polí­tica en estos dí­as.

Minutero:
Cuando entregue el Presidente
 que le diga claro a la gente
 cómo quedan las finanzas
 y si hubo algunas transas