Brasil, que fue homenajeado ayer en el segundo día de la Exposición Internacional de Zaragoza, quiere divulgar la riqueza de sus cuencas hidrográficas y sus avances en saneamiento a través de 60 expertos que participarán en estos meses en este foro mundial sobre el agua.
«Tenemos una tecnología bastante avanzada en tratamiento de aguas residuales» para su recuperación «adaptándose a las condiciones climáticas» de cada región del país y evitando la erosión del suelo, explicó el comisario del pabellón brasileño en la Expo, Joao Bosco Senra.
Pero lo que Brasil quiere mostrar sobre todo es «la participación social» en la política de aguas, con «más de 15.000 personas en un proceso de recuperación de nuestras aguas» a través de los ayuntamientos y los consejos de cuencas», subrayó Joao Bosco, director de recursos hídricos del ministerio de Medio Ambiente, que participó este domingo en el homenaje a Brasil en la Expo.
Poseedor del 11% de los recursos de agua potable del planeta, Brasil tiene bastante tarea por hacer en materia de agua, ya que en las áreas urbanas el 7% de la población no tiene agua de buena calidad, porcentaje que se eleva al 40% en las zonas rurales, precisó el comisario.
Sus retos son pues «llevar agua a la población, tratar las aguas residuales para que no contaminen y avanzar en el proceso de recuperación de nuestros ríos, sobre todo en las áreas urbanas y en la costa», lo que «pasa sobre todo por una toma de conciencia sobre la importancia de un uso más racional del agua», estimó.
Todo ello será expuesto por 60 expertos brasileños que participarán en el foro Tribuna del Agua, que en el marco de la Expo buscará soluciones globales para la correcta gestión de este bien durante los tres meses que dura el evento.
En el espacio que tiene dentro del pabellón de América Latina, construido con materiales respetuosos del medio ambiente, Brasil quiere además divulgar la riqueza de sus tres cuencas hidrográficas (Amazonas, río San Francisco y cuenca del Plata) y su sistema de gestión de los recursos hídricos.
Contrariamente a México, único país iberoamericano que cuenta con un pabellón propio, Brasil «optó por estar junto a América Latina», aplicando la «política exterior del gobierno de hacer proyectos cooperativos», según Bosco.
Brasil, que gastó 1,3 millones de euros en su muestra, Argentina (80 mil euros), México (7,2 millones de euros) y Cuba son los únicos países que no fueron subvencionados por España en la Expo, frente a Estados como Paraguay, que gastó 62 mil euros.
El comisario participó junto a su par español, Emilio Fernández-Castaño, en el día de Brasil, al que no pudo asistir el presidente Luiz Inacio Lula da Silva «por motivos de agenda», aunque «se está estudiando la posibilidad de que venga a la clausura de la Expo», el 14 de septiembre, dijo Bosco.
De momento quien sí vino este domingo fue el ministro de Cultura, Gilberto Gil, pero en calidad de cantante para el concierto que debe dar por la noche junto con Gal Costa y Maria Rita.