«Las cuatro P: Prevención, protección, persecución y polí­tica»


Michí¨le Ramis:

– MMMP: ¿Cuál fue la razón para organizar un seminario internacional sobre la violencia contra las mujeres?

– Porque nos parece que se trata de un tema que necesita más atención y más reflexión. La diplomacia de Francia está plenamente comprometida en favor del respeto de los derechos de las mujeres, adolescentes y niñas, y la lucha contra las violaciones de estos derechos es una de nuestras prioridades. Dentro de esta perspectiva nos consta que la violencia contra las mujeres constituye la violación, tal vez la más inaceptable, una de las más grandes violaciones que permanecen en el principio del siglo XIX, y por eso necesitamos enfocarnos en el tema para buscar soluciones.

Más Mujeres, Mejor Polí­tica (MMMP)
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– MMMP: Luego de estos dí­as de reflexión en el Seminario, ¿Por dónde hay que enfocar la solución a este flagelo?

– Las soluciones para mí­ se pueden resumir en cuatro letras, las cuatro «P»: Prevención, protección, persecución y polí­tica.

Con prevención nos referimos a sensibilizar a la sociedad, dar a conocer lo invisible, lo callado: Ayudar a las mujeres a detectar las violaciones de las cuales frecuentemente dudan. Educar a los niños, explicarles cómo se debe tratar a una mujer, el respeto que se le debe a una mujer. Educar a las niñas a no aceptar las violaciones a sus derechos. Esto es prevención.

La otra «P» es protección: Proteger a las ví­ctimas para que puedan denunciar los hechos, acompañarlas en los procesos judiciales, atenderlas, escucharlas. La protección es sumamente importante porque las ví­ctimas se sienten en peligro, pero sin ayuda, y no saben cómo salir de la situación de violencia.

La tercera «P» es persecución: hay que implementar las leyes. Ustedes han tipificado el delito de violencia contra la mujer, violencia fí­sica, violencia psicológica, violencia económica, lo cual es un avance jurí­dico enorme. Pero el problema es que la ley no se aplica y debe ser implementada, hay que capacitar al personal judicial, al personal médico, hay que apoyar a las ví­ctimas, hay que capacitar incluso a los abogados y luchar contra la impunidad.

Y la última «P» es la polí­tica: se trata de un asunto muy callado, la gente tiene vergí¼enza y no quiere saber de eso. Hay que elevar el perfil polí­tico del tema, y es lo que hicimos durante el Seminario. En resumen, la lucha se basa precisamente en estas cuatro «P».