Hasta hace poco, las políticas neoliberales impuestas por la gran oligarquía mundial y su punta de lanza, Estados Unidos, triunfalísticamente pregonaban lo que el «Nuevo Orden Mundial» representaba para las sociedades mundiales. El mismo triunfalismo con el que el presidente Reagan y su Vice, el larguísimo George Bush padre lo presentaran ante el Parlamento Británico en los ochentas, anunciándolo como el principio de la consolidación del nuevo imperio angloestadounidenseisraelí.
Ese triunfalismo que les llevara incluso a inventar argumentos para iniciar una guerra en el Oriente, la que le abriría el camino y el pretexto, para continuarla hacia el objetivo real de sus sueños imperiales: detener a China. Ese triunfalismo que los llevara a conspirar para provocar el 11 de septiembre, un atentado que costara la vida de más de tres mil ciudadanos de decenas de países del mundo, pero que les permitiría la creación de nuevas leyes (las leyes patriotas), mismas que limitarían los derechos de los ciudadanos estadounidenses.
Ese triunfalismo que impusiera las leyes económicas que les permitirían saquear las riquezas de los pueblos del mundo, especialmente aquellos del «tercer mundo» que verían su empobrecimiento progresivo en nombre del «libre mercado».
Hoy, luego del estallido de la «burbuja» que habían creado con sus manipulaciones especulativas y acercado al mundo a una crisis que pudiera representar, si los líderes del mundo no encuentran la salida lógica (terminar con el sistema económico que permitiera su creación) el colapso total del sistema económico-financiero mundial, hoy las consecuencias de ella, se sufren en una población mundial que se empobrece más cada día.
Recordemos hoy las mentiras con las que iniciaron los Tratados de Libre Comercio, con los que prometían a los pueblos que caían en su red, el bienestar y desarrollo de ellos.
Mito 1: El Tratado de Libre Comercio significará más empleos para los estadounidenses.
Realidad: El Tratado, no solamente ha significado menos trabajos para los estadounidenses, y caída de sus salarios, sino grandes empresas que prefirieron buscar otros países en los que la mano de obra era más barata. Además quiebra de empresas que significaban el orgullo del sector industrial en ese país.
Mito 2: El tratado significará que la inversión estadounidense lloverá sobre México y ayudará a su desarrollo.
Realidad: En realidad, la mayor parte de esa inversión, pura transferencia de propiedad, sin que ella signifique la creación de nueva riqueza.
Mito 3: El Tratado creará millones de trabajos y así, ayudará a reducir la inmigración a los Estados Unidos.
Realidad: El Tratado significará una reducción neta en el empleo. Muchas industrias nacionales desaparecerán por la entrada de productos estadounidenses más baratos. Los únicos empleos que se crearán, serán en las zonas maquileras, promoviendo la emigración de miles de jóvenes, que al no tener opciones de trabajo, buscan la emigración como única opción.
Mito 4: El Tratado abrirá la banca y el sector financiero y los modernizará. Ello atraerá vastos flujos de capital financiero internacional.
Realidad: La apertura bancaria que implica el Tratado de Libre Comercio garantizará que entre a la banca de las Américas, todo tipo de dinero, caliente, especulativo e incluido el del narcotráfico. Esta actividad no promueve producción, al contrario, la destruye.
El sistema colapsó. Uno nuevo debe substituirle. Esa es la lucha de los pueblos