Las contradicciones de fin de año


Miguel-Saquimux-2012

Cuando se aproxima el fin de año, se acercan grandes movimientos en todas las esferas de la vida humana, máxime para las sociedades que celebran y participan de las actividades de navideñas. Los preparativos son efectuados durante un considerable espacio de tiempo, los cuales impactan de distinta manera en la vida de los individuos, es decir que los efectos de estas fiestas se presentan de múltiple forma.

Miguel Saquimux Contreras


La Navidad tiene varios significados, propósitos o fines, entre los que destacan la unidad familiar, el expresar formas de afecto, compartir momentos con seres queridos, obtener paz interior, alcanzar altos niveles de felicidad, entre otros más. En esta oportunidad deseo referirme al último de los fines que cité, puesto que en el tema de los niveles de felicidad, existen mediciones que registran el comportamiento de este índice a lo largo del año.

    Para propósitos de análisis, es conveniente darle una revisión a lo que ocurre con el índice de felicidad en las épocas de fin de año. No todos los países ejecutan estas mediciones en las distintas temporadas, sin embargo, en los Estados Unidos de América si lo hacen, y contradictoriamente los resultados son adversos a lo que se pueda esperar, puesto que, típicamente se registran descensos en los niveles de dicho estado emocional.

    Seguramente muchos se preguntarán por las razones que incentivan estas bajas, mismas que relativamente son juzgadas como justificadas en algunos casos y en otros calificadas como irracionales o poco comprensibles. Es indiscutible que la nostalgia a estas alturas del año brota de manera natural, la cual se origina derivado de la separación de los seres queridos, ya sea que la misma tenga carácter de permanente o no. La anterior razón podría ser aceptada como una variable racional que influye en la baja del nivel de felicidad de los agentes, y hasta cierto punto es algo que es comprensible, porque la naturaleza del ser humano determina en gran medida que esto afecte.

    Algo muy propio de la temporada que influye en la inestabilidad emocional de los consumidores, es la impotencia que se genera en los individuos ante la magnitud del universo de productos que se ofrecen, puesto que se crean deseos de adquisición que casi nunca son complacidos. Por otra parte, paradójicamente, ocurre un “fenómeno” en nuestro país, el cual se deriva de la recepción de ingresos que un considerable porcentaje de los trabajadores asalariados percibe y este es el tan anhelado aguinaldo. El término paradoja es acuñado perfectamente, porque es una de las épocas cuando este segmento de asalariados recibe más dinero, pero se endeuda más y se satisface menos.

    En conclusión, en Guatemala no existe prueba empírica ni registros que respalden el descenso de los niveles de felicidad, pero, para nadie es un secreto que nuestros connacionales con el pasar de los años, intentan implantarle una dinámica que oscila en la lógica de los patrones de consumo estadounidense, a sus estilos de vida. Con contundencia, puede afirmarse que esta época de felicidad se convierte en lo contrario, también que cuando más dinero se percibe menos solvencia financiera se manifiesta, dado que algunos desde mediados de año ya han consumido sus ingresos navideños, castigándose de esta manera con el famoso diferido. En fin, lo único que deseo es unas excelentes fiestas para los lectores, pero eso sí, sin estrés financiero.