Las celebraciones de Halloween siempre han preocupado a Guatemala y los países de América Latina cerca de las festividades de los Santos y Fieles difuntos, ya que se le ha asociado en los tiempos contemporáneos, por la mundialización de la cultura, a festividades de brujas y la han convertido en un día dedicado a las deidades infernales.
Universidad de San Carlos de Guatemala
La realidad es otra. Desde el punto de vista antropológico, esta ceremonia es de origen anglosajón y se encuentra en las celebraciones del culto a los antepasados en las regiones del norte de Europa, en particular de Inglaterra, país de Gales, Irlanda e Islandia, en donde sus habitantes originarios, principalmente los celtas, realizaban un juego de ceremonias relacionadas con el culto a los ancestros durante la noche más larga del invierno de esa región, ya que el 31 de octubre es la noche más obscura entre los hielos eternos de esas regiones y en donde solo el abeto, árbol milenario y mágico ha podido crecer. Durante toda esta estación en sus raíces y ramas ha recogido a los antepasados que protegen a los vivos y en donde el sol también se escondía también. A partir de esa noche la luz empieza a surcar los cielos para iluminar la primavera que culminará el 13 de diciembre con la salida completa del sol y los días de primavera iluminan la región.
Es importante señalar que, como en todas las culturas del mundo, los hombres celtas y de otros orígenes realizaban todo tipo de ritos religiosos y ceremonias para que el sol saliera de las ramas del abeto, protegiera a los antepasados y cubriera el cielo con sus rayos. De esta manera, el mundo anglosajón conmemoraba y unía en su sincretismo religioso, almas buenas (éticas), protectoras con el sol que es fuente de vida entre hombres, animales y tierra. Por tanto, desde el punto de vista antropológico las celebraciones de Halloween no están asociadas a brujas y mundos infernales. Este último aspecto fue impuesto por la religión cristiana católica cuando llegó la evangelización a estas tierras durante al Edad Media. De esta manera, esta fiesta, por ejemplo en Suecia, se asocia con el día de Santa Lucía el 13 de diciembre cuando a una niña virgen se le colocan velas alrededor de la cabeza en un tocado que imita al sol para conmemorar la primavera.
Esta celebración por supuesto, pasa al mundo norteamericano con el capitalismo y luego se traslada a América Latina a través del comercio y los medios de comunicación dentro de las capas altas de la sociedad. Guatemala no escapa al respecto. Halloween se celebra en nuestro país desde 1920 con el arribo del capitalismo norteamericano y sus contingentes de soldados, comerciantes y banqueros. Es así que la primera fiesta del mismo se lleva a cabo en el Club Guatemala a imitaciones del Club Americano. Esta festividad en Guatemala no tiene relación con la fiesta de los Santos y de los fieles Difuntos. No atenta contra la esencia de la identidad cultural de las celebraciones particulares en la medida que la fuerza de la cultura guatemalteca es tan auténtica y profunda que sobrepasa el comercio y la imposición externa.
Básicamente es una fiesta de discotecas de capas altas y grupos urbanos. Aunque es imitado por otros grupos nacionales no tiene la fuerza que la cultura guatemalteca impone en estos días. Halloween no es más que una fiesta de disfraces y un grano más en la mundialización de la cultura.
Disfrazados como el Malo de la Bolsa -con el rostro de Bernard Madoff- el fantasma de Michael Jackson o un Obama presidente-vampiro, los estadounidenses festejarán hoy Halloween.
Este ritual pagano de los celtas, que celebra a los muertos y el recomenzar de las cosas cada 31 de octubre, es ante todo una fiesta de los niños que los adultos aprovechan para disfrazarse y satirizar todo lo relacionado con el miedo y el horror.
«Halloween es un buen antídoto contra la recesión», asegura Jim Moore, director de ventas de un importante portal de venta de disfraces por internet: Costumesupercenter.com.
«Es un día para evadirse, para convertirse en alguien diferente por pocos dólares», añade Diane Lake, co-gerente de Economy Party Supplies and Costumes, una gran tienda de artículos de fiesta en Falls Church (Virginia, este), en el extrarradio de Washington.
Las máscaras de políticos suelen ser artículos que se venden bien, así como los zombies y vampiros inspirados en los estrenos cinematográficos de la temporada como «Twilight, capítulo 2» («Luna nueva») o «Zombieland». Los trajes de Michael Jackson, fallecido el pasado mes de junio, están entre los favoritos, especialmente la chaqueta roja de cuero de «Thriller» que rivaliza en las mejores ventas con el pantalón con cremalleras de «Bad».
Entre las mejores ventas de este año cabe destacar la máscara del estafador de la bolsa Bernard Madoff, que actualmente cumple una pena de 150 años de cárcel. Su máscara está bautizada «Mr. Ponzi», como el nombre del fraude de tipo piramidal que le permitió desviar miles de millones de dólares de grandes y pequeños inversores.
«Fue una buena idea de un cliente. La dibujamos, la mandamos a hacer a nuestra fábrica de México y ya hemos distribuido 18.000. Las ventas son muy buenas», explicó a AFP Howard Beige, vice presidente de Rubies, fabricante de máscaras.
En el ranking de las mejores ventas también figura una máscara especialmente espantosa del presidente estadounidense, Barack Obama, con cara de vampiro.
«Barackula», con ojos traslúcidos y dientes con forma de sierra, ha batido todos los récords. «Es la primera vez que veo una máscara presidencial ir tan lejos» en la irreverencia, dijo a AFP Brad Butler, jefe del portal de ventas en línea Halloween Express, que ya agotó sus existencias.
«Parece que esta máscara Barackula va a convertirse en la más exitosa, superando incluso las de Bill Clinton en los años 90», añade este distribuidor que vendió 3.000 en pocos días y acaba de encargar otras 6.000.
Los estudios de mercado anuncian un año sombrío de Halloween en términos de ventas debido a la recesión. Sin embargo, los comerciantes de Washington interrogados en línea están desmintiendo esta previsión.
Según la Federación Nacional de Distribución estadounidense, las ventas de accesorios de Halloween bajarán en un 18%, a 4.750 millones de dólares; el gasto medio de los hogares pasará de 56 dólares a 66 el año pasado.
«Es lo que están diciendo pero nosotros tenemos ventas un poco adelantadas en relación al año pasado», asegura Diane Lake.
Las ventas también suben en Costumesupercenter.com: «Halloween es una fiesta divertida que no sale cara. Es un buen antídoto contra la crisis, como las tiendas de venta de alcohol, que siempre funcionan bien en tiempos de recesión», bromea Jim Moore.