Lanzan sus nominados para la moda en la alfombra roja


«Espejito, espejito ¿Quién es la más bella del reino» de Hollywood?: La Academia de los Oscar baña de sugerencias a los estilistas de las estrellas en nombre de cientos de diseñadores que cruzan los dedos para ver sus trajes en la alfombra roja, y así­, disparar su carrera.


«Acabo de llegar de Nueva York, donde me contacté con los diseñadores que escogen los vestidos para el «show»», dijo Patty Fox, la coordinadora de la moda de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas, refiriéndose a los grandes nombres de la moda y otros artí­fices del «glamour» más anónimos que luchan por un espacio en una portada de revista.

En un desfile para la prensa en la sede de la Academia en Beverly Hills, tanto Fox como los diseñadores de joyas de diamantes de la firma Martin Katz declinaron revelar los nombres de las actrices que llevarán tal o cual diseño, o el anillo de cuatro millones de dólares que ostenta este año el tí­tulo del «más caro».

«Ahora cada vez más actrices tienen un estilista que es quien se encarga de escoger para ellas», explicó Fox sobre la dinámica que hay detrás del modelo que cada gran estrella desfila por la alfombra roja camino al Teatro Kodak, donde reparten los Oscar.

«Yo me contacto con los estilistas y discutimos sobre el diseñador y los joyeros» ideales para cada actriz, indicó Fox.

Ese evento da apenas algunas pistas sobre cómo podrí­an convertir en una «top-model» a Ellen Page, por ejemplo, la canadiense de 20 años nominada este año a Mejor Actriz por su protagónico en «Juno».

Este año Fox preparó un desfile 12 dí­as antes de la ceremonia mostrando imágenes de «í­conos de la moda en Hollywood» como Nicole Kidman, Renée Zellweger y Julia Roberts, tres mujeres «adictas» a Channel, Carolina Herrera y Valentino, respectivamente.

Pero en esta muestra concebida por Fox hubo solo algunos vestidos de la firma Georgio Armani -de la colección Armani Privé-, de Valentino y algún Oscar de la Renta desfilados por modelos profesionales.

La idea es brindar una idea de las tendencias de modelos y colores -«desde el rojo, pasando por el marrón al mandarina»- y poner en la palestra pública nombres de diseñadores todaví­a no tan famosos como el venezolano íngel Sánchez, la libanesa Ella Zahlan o el dúo estadounidense «Pamela Roland».

El primero ya logró que en 2006 Sandra Bullock modelara un llamativo traje de gala azul rey -con bolsillos a los lados-, en la alfombra roja de los Oscar cuando «Crash» fue la Mejor Pelí­cula, y además se encargó de su traje de novia.

Ambos eventos pusieron el crédito de íngel Sánchez en las revistas de moda o en las crónicas de la prensa rosa.

Se trata de diseñadores talentosos, quizás famosos en sus paí­ses, pero que luchan codo a codo por entrar a los exclusivos cí­rculos de las pasarelas de Nueva York, Londres o Parí­s, y por eso ellos también pelean su nominación indirecta a los Oscar.

Otro gran nombre de la moda actual, Elie Saab, también viene de Beirut y debe su fama a aquella noche de febrero de 2002 cuando Halle Berry se alzó con el Oscar a Mejor Actriz.

Además la protagonista de «Monster»s Ball» se llevó el tí­tulo de la mejor vestida por varias publicaciones que aplaudieron aquel modelo tinto que hizo historia con un «body» transparente con sugerentes flores.

Y tan importante como las galas de chifón y tafetán son las joyas, donde compiten por ganarse los cuellos, dedos y orejas de famosas firmas tan exclusivas como la casa Katz o Marquesa Collection.

«La tendencia de este año definitivamente son los pendientes largos. Tal vez también veremos después de mucho tiempo collares largos», reveló el diseñador de joyas Neil Lane.

«Hoy tenemos mucha mezcla de materiales, diamantes blancos con negros y oro, definitivamente la mezcla de blanco y amarillo es sensacional», apuntó este artí­fice de miniaturas preciosas valoradas en varios miles de dólares como mí­nimo.

Tras aclarar que ellos no alquilan de las piezas, las prestan con fines publicitarios, Lane muestra a su consentido: el anillo de cuatro millones de dólares. «Puedo decir que es un precio realista por sus diamantes y trabajo», dice sin revelar el nombre de la actriz que lo portará.