La presidencia francesa de la Unión Europea (UE) lanzó hoy en Bruselas una revisión del controvertido sistema de cuotas pesqueras del bloque, en vigencia desde hace 25 años y considerado como un tema ultra sensible para muchos países, entre ellos España.
«Vamos a debatir la política común de pesca, que exige un buen equilibrio entre la gestión de un recurso que es muy frágil y la economía de la pesca que es muy importante», dijo el ministro francés de Pesca, Michel Barnier, al llegar a Bruselas a una reunión informal con sus homólogos de la UE.
En un documento preparatorio de la reunión, la presidencia francesa se pregunta si «el régimen de TAC (Total Autorizado de Capturas para cada especie en una zona marítima) y cuotas debe seguir siendo el eje de la política común de pesca».
La revisión de este mecanismo de gestión, siempre criticado por los profesionales del sector que lo juzgan estricto y arbitrario, fue propuesta por el propio presidente francés Nicolas Sarkozy a principios de año.
A partir de allí, Barnier ha debido ocuparse de tranquilizar a sus socios, explicándoles que el objetivo no era abolir las cuotas, sino modificar el mecanismo que las establece.
«La idea de liberalización provoca reservas, inquietudes. Nosotros pensamos que se puede avanzar. Ya lo hemos experimentado en la costa mediterránea y en Bretaña, con más corresponsabilidad de cada barco, de cada pescador. Pero también hay que tener cuidado de no meter demasiado liberalismo», dijo Barnier.
«Está bien discutir ahora sobre el tema. Es temprano, pero no demasiado temprano. Esta política no se puede administrar o reformar sin los pescadores y, aún menos, en contra de ellos», agregó el ministro francés hoy.
En la práctica, Francia es favorable a planes plurianuales para organizar mejor a un sector que se pregunta cada fin de año con qué recursos contará para el siguiente.
En ese sentido, Barnier quiere una revisión de las negociaciones sobre el reparto de cuotas, objeto de un «drama» europeo en diciembre de cada año.
Para Francia se trata también de luchar contra la idea de la Comisión Europea que pretende reducir la flota europea, a su entender demasiado numerosa con respecto de las posibilidades de captura.
«La Comisión quiere reducir los barcos y acompañar socialmente a los pescadores» que abandonan el sector, «pero para nosotros hay otros sujetos importantes, como el sistema de cuotas», subrayó una fuente francesa.
Entre las ideas que se estudian se encuentra la atribución de «cuotas individuales transferibles» a los pescadores, mediante fondos de comercio, como ya se hace en Noruega, Islandia, Nueva Zelanda o Australia.