La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) siempre ha considerado a las bibliotecas como la continuación de la escuela. «La escuela prepara a la gente para ir a las bibliotecas, y hoy las bibliotecas se vuelven digitales», resumió Abdelaziz Abid, coordinador del proyecto en el cual participan la UNESCO y 32 instituciones más.
Una vez puesto en marcha el dispositivo, permitirá consultar en el portal de la BDM -cuya dirección será dada a conocer el martes- documentos conservados en las más prestigiosas bibliotecas en cualquier parte del mundo.
Entre los múltiples tesoros culturales que la nueva biblioteca digital hará accesibles figuran reproducciones de la más antigua caligrafía china, caligrafías árabes o persas y antiguas fotografías de América Latina.
El lanzamiento tendrá lugar el martes en la sede parisiense de la UNESCO, en presencia del director general Koichiro Matsuura, y de James H. Billington, director de la Biblioteca del Congreso estadounidense, que inició el proyecto.
En 2005, la Biblioteca del Congreso propuso la organización de una BDM para ofrecer gratuitamente una amplia gama de libros, mapas, filmes y grabaciones sacados de bibliotecas nacionales.
La nueva biblioteca ofrecerá posibilidades de investigación y de navegación por internet en siete idiomas: inglés, árabe, chino, español, francés, portugués y ruso. Pero también propondrá documentos en muchos otros idiomas.
El proyecto fue desarrollado por un equipo de la Biblioteca del Congreso, con la asistencia técnica de la Biblioteca de Alejandría y la UNESCO, que movilizó a sus miembros para entregar contenidos de su patrimonio cultural.
Bibliotecas nacionales e instituciones culturales de países como Arabia Saudita, Brasil, China, Egipto, Estados Unidos, Francia, Japón, Gran Bretaña y Rusia figuran entre los primeros contribuyentes.
Esto sin olvidar el aporte de Estados como Marruecos, Uganda, Qatar, México y Eslovaquia, que permitirán crear un fenómeno dinámico.
«Los países emergentes quieren ver como funciona esto, para crear luego bibliotecas digitales nacionales», destacó Abdelaziz Abid, precisando que la UNESCO proporcionará ayuda a sus miembros que no tengan medios técnicos o financieros para digitalizar sus fondos.
El lanzamiento de la BDM estará acompañado por una campaña de movilización para tratar de reunir a fines de 2009 a unos 60 países asociados.