Muestras de dolor y de condolencias predominaron hoy en actividades públicas y redes sociales por el deceso de monseñor Rodolfo Cardenal Quezada Toruño. En los tres poderes del Estado, autoridades eclesiásticas y personajes políticos en general, se pronunciaron por su fallecimiento.
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“Lamento la muerte del Cardenal Rodolfo Quezada Toruño; mi más sentido pésame a sus familiares y creyentes”, expresó el presidente del Gobierno, Otto Pérez Molina, en su cuenta oficial de la red social Twitter. Por aparte, la vicemandataria, también por la misma vía, comentó que con “gran pesar recibo la noticia del fallecimiento del Cardenal Quezada Toruño. Mi más sentido pésame para su familia. Una oración por él”, concluyó.
El Gobierno decretó tres días de luto nacional por el deceso del Cardenal.
Quien sí ofreció declaraciones, en una actividad pública, fue el ministro de Cultura, Carlos Batzín, quien dijo sentir un “profundo pesar” por el deceso.
EN EL CONGRESO
“Fue el cardenal de la Paz. Para la comunidad católica y la familia de Monseñor mi más sentido pésame. Él se adelantó para seguir rezando en favor de todos los guatemaltecos como lo solía hacer. De parte del Congreso enviamos nuestras condolencias”, dijo Gudy Rivera, presidente del Congreso, como parte de todas las voces que se pronunciaron en el Legislativo.
Para el diputado oficialista, Oliverio García Rodas, “la pérdida de monseñor Rodolfo Quezada no es solo la pérdida de un sacerdote, sino de una persona que puso todo su empeño en conseguir la paz en este país. Recordemos que fue el conciliador en la primera etapa que hubo de reuniones entre la insurgencia y el Estado”. Mientras que, para la congresista independiente, Dolores Beltrán, “es lamentable la pérdida, todos sabemos el papel que desempeñó monseñor Quezada Toruño, que Dios lo tenga en la gloria, fue un gran mediador en momentos difíciles de nuestro país. Es la ley de la vida, yo si lo lamento mucho”.
Asimismo, Amílcar Pop, de Winaq y presidente de la Comisión de Transparencia, señaló que “es la pérdida importante de una figura política y religiosa. Creo que perdimos a una figura que nos acompañó en nuestros caminos por la construcción de la paz”.
EN EL SISTEMA DE JUSTICIA
César Barrientos, presidente de la Cámara Penal del Organismo Judicial, con tristeza brindó sus reacciones ante el deceso: “Lamentamos como guatemaltecos y ciudadanos católicos, la muerte de un hombre que expresó su fe, su vocación y su voluntad de construir un mejor país en todos sus actos y sus esfuerzos. Creo que es un ejemplo, un hombre que ha dejado una huella esencial en el proceso de construcción de la democracia en el país; hombres así solo mueren físicamente, pero espiritualmente su visión, sus sueños, sus ideales, su convicción de la posibilidad de que Guatemala puede ser un país mejor, nos deben guiar. Lamentamos muchísimo el fallecimiento y enviamos nuestro pésame a la Iglesia, a todos los creyentes y a todos los ciudadanos”.
Por aparte, a través de un comunicado, la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), externó el fallecimiento “deja un gran vacío en la historia y el presente del país, toda vez que Monseñor Quezada Toruño, declarado Conciliador Vitalicio, fue pieza clave en la Comisión Nacional de Reconciliación como mediador de la paz y su pensamiento y acciones siempre estuvieron dirigidas hacia el bienestar de los más pobres, y hacia la denuncia de las injusticias y de la impunidad”.
DESDE LA IGLESIA
El padre Juan Luis Carbajal, de la Pastoral de Movilidad Humana, se pronunció y dijo que “es una noticia dolorosa para la Iglesia, pero como cristianos sabemos que es un dolor gozoso, porque creemos en la otra vida, ahora participa de la eternidad en la casa del Padre”.
Pero no sólo desde el catolicismo hubo pronunciamientos. Vitalino Similox, representante del Consejo Ecuménico, externó que “el pueblo de Guatemala está muy triste por la partida de Monseñor Quezada, él nos dejó una escuela de amor y solidaridad, de pluralidad religiosa, nos dijo que ecuménicamente podríamos fomentar la paz, por eso lamentamos la partida del padre de la Paz”.
“Nos enseñó muchas cosas, él estuvo en todo el proceso de reconciliación. Hoy las Iglesias evangélicas y católicas nos congregamos y seguiremos trabajando por la paz y reconciliación del país”, concluyó Similox.
ORGANIZACIONES CIVILES
Además, la Academia Nacional de Geografía e Historia lamentó la muerte, debido a que monseñor Quezada era también un académico de número de esta agrupación. “Monseñor ingresó a la Academia el 18 de abril de 1967 con su trabajo ‘A propósito del Monasterio de Nuestra Señora del Pilar -Capuchinas-’ y el 20 de noviembre de 2002 recibió la Medalla al Mérito de la Academia”, lamentó el Lic. Gilberto Rodríguez Quintana, secretario administrativo de la Academia.
Por último, Raquel Zelaya, secretaria ejecutiva de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), lamentó el fallecimiento, de quien destacó su trabajo pastoral, y el ámbito nacional, lo resaltó por ser “erudito, muy culto, muy sabio”. Con el agregado de saber comunicarse con las personas y la sociedad civil.
Zelaya comentó que, siendo presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala, abrió el camino “en una fase muy crítica del proceso de paz, cuando presidió la Comisión Nacional de Reconciliación”, en la cual logró reuniones entre la dirigencia de los grupos insurgentes y representantes de gobiernos, en varios países, que sin su liderazgo y respeto, no se habrían dado”.