Lamentan fracaso


Tanto los paí­ses industrializados como los emergentes lamentaron hoy el fracaso de las negociaciones en la OMC, aunque esperan que los esfuerzos realizados en Ginebra sirvan en un futuro para alcanzar un acuerdo sobre la liberación de los mercados mundiales.


La mayorí­a de los paí­ses expresaron su desaliento por la falta de un acuerdo final, pero también hubo gobiernos como el italiano, y ciertos sectores, como los agricultores europeos, que celebraron el fracaso ante la posibilidad de pactar un acuerdo que perjudicase sus intereses.

«Es un paso atrás para el sistema de comercio internacional, más que la pérdida de oportunidades comerciales», lamentó el comisario europeo de Comercio y negociador de la UE en Ginebra, Peter Mandelson, quien advirtió que «las consecuencias no serán iguales», pues priva a los paí­ses pobres de «las oportunidades» de una Ronda de negociaciones, advirtió.

«La ruptura de estas negociaciones es una mala noticia para las empresas, los trabajadores, los agricultores y, sobre todo, para los pobres del mundo», deploró el presidente de la Cámara de Comercio estadounidense, Tom Donohue.

Y entre los más pobres del mundo están los paí­se africanos. «Uno de los principales elementos de la crisis alimentaria, es decir las subvenciones (a los agricultores europeos y estadounidenses) seguirá obsesionándonos», dijo el ministro de Comercio de Lesotho, Popane Lebesa.

«Me siento muy decepcionado», resumió el ministro chino de Comercio Chen Demin, quien atribuyó el «trágico fracaso» a «la incapacidad de dos paí­ses a superar sus diferencias», dijo sin nombrar a Estados Unidos e India.

Para el gobierno mexicano, «faltó capacidad para reconocer lo cerca que se estaba de un resultado positivo que hubiera beneficiado a todos los paí­ses del mundo, en particular a los que están en ví­as de desarrollo». En parecidos términos se expresó el gobierno de Costa Rica.

Argentina manifestó que el fracaso de la reunión significó «una frustración», porque «ésta era la ronda del desarrollo para los paí­ses como el nuestro, donde esperábamos alcanzar beneficios concretos de mejoras para nuestro comercio internacional» y responsabilizó a los paí­ses desarrollados del fracaso.

Pese a que para Brasil «la OMC era nuestra absoluta prioridad en comparación con otras negociaciones», pues «hay asuntos que sólo se pueden resolver en el marco de la OMC», el paí­s sudamericano no descarta buscar acuerdos ahora entre el Mercosur y la UE, según dijo el canciller Celso Amorim a la prensa.

Amorim se llevó los elogios de la representante de Comercio de Estados Unidos, Susan Schwab: «El ministro Amorim individualmente y Brasil como paí­s dieron muestras de liderazgo» en los nueve dí­as de discusiones.

Brasil apoyó las propuestas presentadas el viernes por el director general de la OMC Pascal Lamy para la apertura de los mercados agrí­colas e industriales, lo que le valió reproches de socios del G20, como India, y del Mercosur, como Argentina.

Schwab dejó abierta la posibilidad de acuerdos comerciales bilaterales entre su paí­s y Brasil.

La representante estadounidense lamentó que «todos los paí­ses dieron pruebas de flexibilidad, excepto uno», denunció sin mencionar a India, paí­s que defendió su negativa a firmar el mecanismo de salvaguardia porque se trataba de «favorecer los intereses comerciales o de proteger las condiciones de vida de los agricultores».

Por su parte, Francia, reafirmó hoy que era partidaria de un «acuerdo equilibrado» en la OMC y criticó el rechazo de los grandes paí­ses emergentes de hacer los «esfuerzos necesarios» por llegar a un acuerdo.

No todo el mundo se lamentó por el fracaso de las negociaciones. El ministro italiano de Agricultura, Luca Zaia, se felicitó hoy del fracaso al estimar que un acuerdo «a cualquier precio» hubiese penalizado a los agricultores italianos.

Los principales sindicatos agrí­colas franceses también aplaudieron el final de las negociaciones asegurando que más vale que «no haya acuerdo a un mal acuerdo».

No lo vieron así­ los productores brasileños de etanol, quienes lamentaron «la oportunidad perdida» en Ginebra de incluir el etanol en el sistema mundial.

Otros paí­ses como Alemania, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Suiza, Noruega, Dinamarca, Suecia y Portugal también lamentaron la manera en la que concluyeron las negociaciones de Ginebra.

Francia reafirmó que era partidaria de un «acuerdo equilibrado» en la OMC y criticó el rechazo de los paí­ses emergentes de hacer los «esfuerzos necesarios» por llegar a un acuerdo.