Lágrimas por un oro


Marí­a José Gómez gritó, con todo, el triunfo de su paí­s.

Ambas lloraron, una por obtener esa medalla dorada con la cual Guatemala igualó a El Salvador en el medallero; la otra, por perderla y dejar que su paí­s fuera superado, al menos en ese momento, por el anfitrión en los XII Juegos Deportivos Escolares Centroamericanos del Codicader 2007.

Juan Garcí­a
jgdeportes@lahora.com.gt

Fue un duelo de principio a fin. Marí­a José Gómez habí­a superado ya a tres rivales a las cuales dejó en el camino y se enfiló a la gran final de individuales en el tenis de mesa frente a su rival, la cuscatleca, Estefaní­a Ramirios, en la duela del gimnasio de Retalhuleu.

No fue un partido convencional, hubo necesidad de jugar los 7 sets pactados. Uno a uno se iban repartiendo, el primero para la salvadoreña 9-11, el segundo para la chapina 11-7, el tercero otra vez para la local 11-9 y el cuarto para la visitante, 10-12.

El quinto cambió el esquema de uno a uno porque la salvadoreña se lo agenció 12-14, pero los dos últimos fueron para Marí­a José con 14-12 y 12-10.

Cada set era una batalla; en cuatro de ellos, los últimos, hubo necesidad de extender el tiempo en busca de los dos puntos de diferencia, pero al final, Marí­a José se bañó en gloria y se envolvió en el manto azul y blanco al escuchar, por única vez durante la premiación, el Himno Nacional de Guatemala.

El oro de Marí­a José le permitió a los compatriotas emparejar los metales dorados en los Codicader a 64 con los cuscatlecos.