La violencia se interpone entre los ciudadanos y los espacios públicos


Repo_2

El aumento de la violencia y la inseguridad durante los últimos años ha provocado que las familias guatemaltecas abandonen los espacios de convivencia social, que son aprovechados por la delincuencia y personas que viven en la indigencia, menoscabando el importante derecho a la recreación para las mayorías.

Repo_1

Por PAOLINA ALBANI
palbani@lahora.com.gt

¿Cuándo fue la última vez que fue a un parque público o acudió a una cancha deportiva pública? Muchos no recuerdan la respuesta a esa pregunta.

De acuerdo al informe sobre seguridad ciudadana del Programa para el Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD), presentado este año, los ciudadanos guatemaltecos opinan que la principal amenaza  a la seguridad es la delincuencia común, en segundo lugar están las pandillas y por último el crimen organizado y los narcotraficantes.

La inseguridad que se vive en Guatemala también tiene efectos adversos en el desarrollo humano, refiere el estudio; el delito, la violencia y el temor limitan las libertades de las personas,  afectan la vida en sociedad y además, su relación con las instituciones del Estado.

Según el informe del PNUD, el 24.6 por ciento de los guatemaltecos limitaron sus opciones de recreación por temor a ser víctimas del delito y a nivel regional, el porcentaje de personas que ha dejado de frecuentar ciertos lugares de compras llega hasta el 51.5 por ciento.

Por otro lado, más de un cincuenta por ciento de los encuestados del informe admitieron que dejaron de salir de noche por la situación de inseguridad.

“Este impacto en el patrón de comportamiento de las personas limita su convivencia en el espacio público, su desplazamiento y recreación, es decir, afecta su libertad”, indica el documento.

La inseguridad pone bajo tensión el respaldo de la ciudadanía al Estado de Derecho y ante este panorama, los latinoamericanos cada vez más apoyan las medidas de coerción, leyes y políticas de tipo “mano dura”, aun cuando estas respuestas son las más rápidas para la ciudadanía en ocasiones resultan en violaciones a los derechos humanos, advierte el PNUD.

Mientras tanto, la inseguridad también genera importantes costos en el gasto público y los gastos privados de los ciudadanos para procurarse seguridad.  Hay situaciones invaluables por la pérdida de la vida, daños a la integridad física y mental de las personas.

De esta manera, algunos países han invertido más del 3 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), como parte de la suma para combatir  al crimen y la violencia que se vive en los países latinoamericanos.

Para empezar, se necesita el fortalecimiento de la Policía Nacional Civil (PNC)  por medio de capacitación, profesionalización y un trabajo más cercano con las comunidades. Junto a ello, el fortalecimiento institucional y funcionamiento educado de todas las instancias de la Justicia como sector que, además de policía, incluye al Ministerio Público con la persecución penal, la defensoría pública penal, los tribunales parte de la Corte Suprema de Justicia y el sistema penitenciario.

La aplicación y observancia de la ley es tan importante como la reducción de niveles de pobreza por medio de la generación de mejores oportunidades educativas, laborales y culturales, tomando mayor relevancia con ello elevar los indicadores de desarrollo humano de la población.

Por otro lado, aunque se ha dado la creación de espacios deportivos, como un mecanismo de prevención, estos han dejado ver el resultado opuesto al que se esperaba y es que los espacios no solo deben de construirse sino que deben de controlarse, ser organizados tomando en cuenta a los vecinos, desarrollando un tejido social y más actividades lúdicas que promuevan el uso frecuente de estos lugares.

ESPACIOS PÚBLICOS

Carmen Rosa de León, directora del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (IEPADES), dice que parte de la fórmula para bajar los índices de homicidio y así también subir los niveles de convivencia se encuentra en el esfuerzo de la recuperación de los espacios públicos.

“Normalmente la gente necesita espacios de ocio, de diversión y -donde- poder circular libremente y sin temor”, explica.

Y es que “uno de los problemas que hay en Guatemala es la ausencia de espacios públicos o espacios verdes que sirvan para el ocio y para la dispersión de las familias y para que los puedan visitar el fin de semana, sobre todo”, agrega De León.

Esta limitación en los espacios públicos no es solo en campos y parques, sino que también puede incluirse el transporte público ante el cual muchos han sufrido ataques o robos que les han orillado a  utilizar medio privado.

Por otro lado, los espacios que sí existen reúnen una serie de problemáticas situaciones y del uso del espacio -como la presencia de pandillas, o indigentes- que ahuyentan a la población en lugar de invitar a que estos lugares sean visitados.

De esta manera la convivencia lúdica social difícilmente es una meta alcanzada por las autoridades, “tampoco hay actividades impulsadas por las municipalidades, que son los principales entes encargados del manejo del espacio público”, señala De León, refiriéndose a Pasos y Pedales que si bien funciona como una actividad de recuperación de espacios no es una actividad permanente y tampoco es  replicada en zonas consideradas como peligrosas a manera de alejar a estos grupos de los centros de entretenimiento social.

Así, cada vez es más común que familias enteras se transporten hasta un centro comercial lejano los días y horas de descanso con el objetivo de distraerse. Pero esta situación de «entretenimiento a puertas cerradas» también perjudica la accesibilidad ciudadana.

“Al final termina siendo una ironía y la única opción que queda segura para salir para los guatemaltecos son los centros comerciales, en donde se reproduce la exclusión económica porque aunque es un espacio que es seguro, es ir a ver cosas imposibles de adquirir por la mayor parte de las familias guatemaltecas y termina siendo un concepto de ocio un poco discriminador, porque solo es pasear para ver vitrinas con elementos o con implementos que jamás van a poder adquirir”, explica la experta en seguridad, quien asegura que los centros comerciales son realmente aprovechados por aquellos que tienen la capacidad adquisitiva.

Ante esta situación, el guatemalteco debe de ser capaz de comprender la particularidad de los espacios públicos -donde también suelen venderse productos, pero más accesibles- y esto consiste en que “la calle es de todos y a la vez no es de nadie”.

TURISMO INTERNO

Asimismo, el turismo interno se ha visto afectado por los niveles de delincuencia en el país, que en los últimos 25 años ha triplicado la incidencia de robos.

Aunque generalmente el turismo suele ser una de las causas de las ganancias económicas de un país, en Guatemala no se han logrado generar todos los mecanismos de seguridad que garanticen el bienestar a los turistas. “El turismo termina siendo concentrado en aquellos lugares en los que se puede permitir el lujo el municipio de colocar personas para vigilar, pero de esto queda fuera la mayor parte del país”, dice la directora de Iepades.

Esto se traduce a la autocensura de la población para visitar lugares del país por el temor a la delincuencia e inseguridad, a la vez no hay una apuesta por el turismo interno lo que afecta económicamente las entradas del país. Por otro lado, el mismo tema ha alejado a grandes proporciones de turistas extranjeros que advertidos de la situación que se vive han dejado de interesarse en visitar Guatemala.

Así es que mientras no se resuelva la inseguridad no será posible que el turismo se desarrolle adecuadamente.

SONDEO

De acuerdo a un sondeo de La Hora en las redes sociales, los guatemaltecos consideran que en el país existen pocos espacios públicos por lo que los lugares de preferencia suelen ser los centros comerciales o lugares de entretenimiento privado, por otro lado indican que los pocos lugares públicos que hay en buenas condiciones son ocupados por personas “no gratas” o bien porque se han convertido en centros de distribución de drogas, o donde las personas suelen ingerir bebidas alcohólicas y donde se aprovecha para fumar.

“La ventaja de los parques es que no son onerosos y se puede compartir en familia; los centros comerciales son onerosos y no se comparte con la familia, y sí son más seguros por la cantidad de cámaras de vigilancia, por esa razón los frecuentan más los guatemaltecos, si hubiera más seguridad claro que todos acudirían a los lugares al aire libre”, indicó uno de los entrevistados.

Por otro lado, queda claro que si los lugares públicos estuviesen resguardados o fueran patrullados por la policía o contaran con alguna clase de seguridad las personas se sentirían más confiadas para visitar estos espacios con mayor frecuencia.

BARRIO SEGURO

Hace algunos años, durante la administración del expresidente Álvaro Colom, se inauguró un programa de recuperación de espacios de convivencia, llamado “Barrio Seguro”, encaminado a desarrollar planes de prevención del delito para la disminución de la violencia.

En 2012, el actual presidente, Otto Pérez Molina, y el ministro de gobernación, Mauricio López, crearon un programa  piloto parecido en las colonias el Limón y Paraíso en la zona 18, dos colonias caracterizadas por su alto nivel de peligrosidad.

Según información de este proyecto esta acción contribuyó a reducir los índices delincuenciales en un 40 por ciento, mientras que los indicadores de homicidios bajaron hasta en un 32 por ciento.

Los trabajos de este plan iban desde la colocación de postes de alumbrado eléctrico, trabajos de limpieza y remozamiento en toda la colonia, además de la colocación de nuevos postes y cámaras de vigilancia, a modo de reducir la práctica de la delincuencia.

Aun así el remozamiento no lo era todo, por lo que agentes de las Fuerzas de Seguridad permanecían en el lugar, pero este programa no continuó ni se expandió a otras zonas, volviendo a imperar la delincuencia.

TRABAJO MUNICIPAL

Igualmente, la recuperación de espacios públicos es un tema que aborda la municipalidad de Guatemala. Carlos Sandoval, vocero de la municipalidad, dice que se ha trabajado en la recuperación de espacios de aéreas verdes y espacios públicos desde hace varios años, como los barrancos y el espacio público perdido por el comercio en las calles,  en estos últimos la municipalidad ha reubicado a los comercios en otros espacios para darle una mejor vista a la ciudad y un mejor ordenamiento.

El año pasado se trabajó en la recuperación de barrancos mediante la plantación de 13 mil árboles. Para 2014 se tiene planificado que bajo el puente de la Asunción, entre zona 5 y zona 1, se empiece la creación de un parque ecológico, por otro lado, la municipalidad cuenta con un nuevo programa llamado «Guate respira» que contempla la siembra de 28 mil árboles en toda la ciudad.

Por otro lado, el vocero de la Muni, Carlos Sandoval, explica que en diferentes zonas de la ciudad los tanques municipales dejaron de ser utilizados por las familias para convertirse en los espacios de predilección de las jóvenes pandillas, «los utilizaron muchas veces para escondite de la delincuencia o para la vagancia, los indigentes… muchas veces hasta se cometían actos de delincuencia», explica.
De esta manera, la municipalidad busco darle un giro a estos espacios para convertirlos en una alternativa de reunión social, como guarderías, parques comunitarios, salones comunales, entre otros usos.

Para Sandoval uno de los principales problemas en la recuperación de espacios se debe a que no todos son públicos por lo que es difícil trabajar en los espacios privados.

LOS MÁS AFECTADOS

Los jóvenes, principalmente los varones, son los más afectados por la criminalidad y la violencia y, a la vez, son los responsables más comunes de la violencia y los delitos, según el IDH. En Centroamérica, El Salvador (92.3), y Guatemala (55.4) tenían la primera y la cuarta más alta  tasa de homicidio entre jóvenes del mundo (por 100 mil jóvenes), según datos de la Organización Mundial de la Salud, del 2011, citados en el informe.

La violencia y el delito cometidos por jóvenes en la región suelen desarrollarse en el contexto de dinámicas colectivas que van desde barras deportivas hasta pandillas, no criminales o criminales.

Si bien los índices de homicidio han aumentado en Honduras (del 37 en 2005 al 86.5 en 2011), siendo el país que registra las más altas tasas de homicidio del mundo por 100 mil habitantes, los mismos índices han disminuido en Costa Rica (de 11 en 2008 a 8.8 en 2012) y en  Guatemala (de 46 en 2008 a 38.5 en 2011).

LA LEY

El comparativo de las leyes que amparan la recreación en Guatemala demuestra prioridad para los menores de edad y personas de tercera edad.

LEY DE PROTECCIÓN PARA LAS PERSONAS DE LA TERCERA EDAD

ARTÍCULO 1. Objeto de la ley. La presente ley tiene por objeto y finalidad tutelar los intereses de las personas de la tercera edad, que el Estado garantice y promueva el derecho de los ancianos a un nivel de vida adecuado en condiciones que les ofrezcan educación, alimentación, vivienda, vestuario, asistencia médica geriátrica y gerontológica integral, recreación y esparcimiento, y los servicios sociales necesarios para una existencia útil y digna.

LEY DE PROTECCIÓN INTEGRAL DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA (DECRETO 27-2003)
ARTÍCULO 51. Explotación económica. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho  a ser protegidos contra la explotación económica, el desempeño de cualquier trabajo que  pueda ser peligroso para su salud física y mental o que impida su acceso a la educación.
Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a ser protegidos por el Estado, la familia  y la sociedad a fin de que tengan acceso a la educación, el deporte, la cultura y la  recreación propia a su edad, en beneficio de su salud física y mental.

“Normalmente la gente necesita espacios de ocio, de diversión y -donde- poder circular libremente y sin temor”.
Carmen Rosa de León
IEPADES