La vida les cambió después de un Papanicolaou


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El efectuarse una prueba de Papanicolaou decayó en que varias pacientes de la Clí­nica Periférica de la colonia El Amparo II, cambiarí­a su vida para siempre. La negligencia médica practicada en ellas provocó quemaduras en sus partes í­ntimas.

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POR ENMA REYES
ereyes@lahora.com.gt

Sofí­a Gómez de 47 años, vendedora informal de la colonia El Amparo II, relata su vivencia ocurrida el pasado 22 de noviembre, al asistir a una jornada ginecológica a la Clí­nica Periférica de dicha localidad, Lo que nunca se imaginó fue que a raí­z de una negligencia médica su vida cambiarí­a para siempre.

“Al presentarme a la clí­nica con el No. 170, le pregunté a mis compañeras allí­ reunidas si en la jornada estaban realizando Papanicolaou y ellas me dijeron que sí­.  A medida que pasaba el tiempo yo veí­a que salí­an las personas y decí­an “como me arde” levantándose la falda y sacudiéndola, pero yo no reaccionaba porque yo sabí­a que un examen de esos no arde, ni quema y seguí­ haciendo la respectiva fila.

Al llegar mi turno, me acosté para realizarme el examen, yo sentí­ que me dejó ir algo para dentro y le dije a la doctora “me golpeó”, pero a los minutos yo sentí­ que tení­a mi carne expuesta a una brasa de carbón en la cual salí­a humo, yo de nueva cuenta le dije a la doctora “me está quemando” y en ese momento yo no sabí­a ni qué decir, ni qué hacer, las únicas palabras de la doctora fueron “tranquila que ya va a pasar”.

Gómez afirma que al momento de retirarse del lugar en su parte vaginal se le habí­an formado ampollas, “mis labios vaginales los llevaba casi volteados, mis familiares me preguntaban qué era lo que me habí­a pasado porque yo iba demasiado mal”.

“Enseguida me llevaron a Aprofam, la persona que nos atendió nos dijo que la consulta me costaba Q150 pero a mí­ no me importaba porque lo único que yo querí­a era que me atendieran. Al momento de examinarme, pero solo me recetaron Doloxenal  para el dolor, pero el dolor a mí­ no se me quitaba.

La hermana de mi consuegra que es anestesióloga de los hospitales de Escuintla y Chimaltenango nos asesoró, a las 3 de la tarde la Dra. Wendy Palala me estaba examinando y ella me dijo que yo tení­a quemaduras de tercer grado, en ese preciso momento yo me quedé internada en el hospital departamental de Chimaltenango, estando allí­ por 12 dí­as”.

Gómez informa que hasta la fecha ha padecido constantes hemorragias, sin poder agacharse y caminar.

Blanca Villeda de 50 años de edad, vecina de la señora Gómez, se realizó el mismo examen de Papanicolaou en la Clí­nica de la Periférica, quien nos relata su experiencia.

“Nunca pensé que a mis 50 años, me viera afectada porque yo me he hecho mis Papanicolaou, pero nunca me habí­an hecho tanto daño. Yo acudí­ porque está cerca el dispensario y porque sale más económico realizarlo allí­.

Yo empecé hacer la fila, porque nos habí­an notificado que el resultado del examen serí­a instantáneo. Cuando iban alrededor de 35 personas empezamos a darnos cuenta que ellas salí­an quejándose y yo seguí­ haciendo la cola. Nosotras le preguntamos a la doctora ¿El porqué se quejaban las mujeres que salí­an de hacerse el examen? La respuesta de ella fue que no habí­a ningún problema y que ese examen era necesario hacerlo.

Villeda indica que al momento de realizarse el examen “yo sentí­ que eso era una brasa ardiente, yo me quejaba del dolor porque en realidad no sabí­a que me habí­an hecho. Lo único que la doctora me dijo fue que me tení­a que retirar porque habí­a más personas esperando su turno.

Con dificultad me regresé a mi casa, caminaba abierta porque era un ardor demasiado fuerte. Al llegar a mi casa, tome un baño porque yo sentí­a que mi vagina era una brasa porque mis labios estaban volteados”.

 â€œUna vecina al ver la situación en la que me encontraba, me comentó que el Ministro de Salud habí­a informado que en todos los centros de salud se realizarí­an exámenes para la detección de cáncer, pero a nosotras nunca nos informaron de ello, solamente nos dijeron que era un examen de Papanicolaou” señaló Villeda.

Así­ como Gómez, también Villeda señala que de las quemaduras se le habí­an formado ampollas, hasta el momento ninguna de ellas se explica el porqué de tal negligencia.

Por su parte, Florinda Matí­as de 40 años, vecina del lugar, también acudió a dicha jornada ginecológica señalando que  a raí­z de realizarse el Papanicolaou padeció de una infección severa.

“Durante una semana estuve utilizando toallas sanitarias porque me bajaba hemorragia, para mí­ las quemadas fueron más por dentro.  La doctora Palala, que nos atendió en el hospital de Chimaltenango nos dijo que habí­an sido por las quemaduras que nosotras tení­amos por dentro”.

“Los sí­ntomas que padecí­ fueron de picotazos en la espalda, pero yo pensé que era otra cosa, el dí­a sábado yo visité a doña Sofí­a y al darme cuenta de lo que les habí­a ocurrido, decidí­ irme junto con ellas al hospital de Chimaltenango. Igualmente la doctora me indicó que me tení­a que quedar internada porque lo que yo tení­a era una infección severa por dentro”, señaló Matí­as.

Mayra Orozco, ginecóloga, dice que es de suma importancia que cada año, las mujeres se realicen el examen de Papanicolaou “es muy importante porque con ello se pueden detectar tempranamente células cancerí­genas”.

Las afectadas señalan que al llegar al lugar se percibí­a un olor de ácido acético -este ácido es corrosivo, en la medicina con un cuidado apropiado ya que puede generar quemaduras en la piel-.

Tanto Gómez como Villeda y Matí­as a consecuencia de las quemaduras permanecieron internadas en el Hospital Nacional de Chimaltenango.

Orozco señala que es de suma importancia informarle a la paciente sobre lo que se le va a realizar, “se utiliza un espéculo desechable para poder ver el cuello vaginal y luego con una espátula de aire se hace un raspado para poder obtener material para luego mandarlo con el patólogo y él proceda a analizar las muestras”.

Según la ginecóloga el ácido acético es utilizado en el mundo de la medicina “hay un estudio que se está utilizando como alternativa del examen del Papanicolaou y se llama inspección visual con ácido acético –IVAA-. Lo recomendable es utilizar este ácido del 3 al 5 por ciento, sino se rebaja la disolución de este ácido sí­ puede generar quemaduras”.

DENUNCIA

Tanto Gómez como Villeda y Matí­as presentaron la denuncia ante el Ministerio Público el dí­a 24 de noviembre del presente año.

“Hasta el momento lo único que nos han informado es que estuviéramos pendiente porque los expedientes habí­an sido trasladados para la sede del Ministerio Público del municipio de Chinautla. El dí­a 16 de diciembre fui al Ministerio Público, para saber cómo iba el proceso de la denuncia, pero dijo que el expediente no estaba y que de nada serví­a mi declaración porque no existí­a el expediente para poderlo ingresar”, indicó Gómez.

Luis Germán Marroquí­n Gramajo, abogado de las afectadas señaló “que cada afectada presentó su respectiva denuncia ante el Ministerio Público, al regresar para poder rendir las respectivas declaraciones, se nos notificó que los expedientes habí­an sido trasladados al MP de Chinautla, al momento de presentarnos al Ministerio se nos informó que ellos desconocí­an del caso”.

REACCIONES

Reporteros de La Hora, acudieron a la Clí­nica Periférica de la colonia El Amparo II, para hablar con los directores encargados de realizar la jornada ginecológica. Trabajadores del lugar no dieron respuesta alguna sobre lo sucedido, negando números de teléfonos para localizar a la Dra. Lou quien se encontraba presidiendo la jornada médica.

RECOMENDACIONES

Villeda señala que “es preferible juntar uno sus centavitos e ir a un lugar donde realmente lo practiquen como debe de ser porque para mí­ en el dispensario lo que realizaron es una práctica de ese ácido. Y que si tiene las posibilidades se hagan sus Papanicolaou en un lugar seguro”.

Por su parte Matí­as indica que “es mejor que no se hagan ningún examen si miran algo anómalo porque nosotras mirábamos cómo salí­an las mujeres y seguí­amos haciendo la cola. Nosotras recurrimos hacernos ese examen por la falta de dinero, porque no tenemos la posibilidades de pagar en otro lugar, lo único que recomendarí­a es que tuvieran cuidado, que es necesario realizárselo, pero que tengan mucho cuidado”.

“Es una técnica que básicamente no produce daños, es lamentable lo sucedido, pero normalmente no ocurre. Es importante que las mujeres no se dejen llevar o no se asusten por estos casos, ya que es de suma importancia que tomen su examen de Papanicolaou”, indicó Orozco.

“Nunca pensé que a mis 50 años, me viera afectada porque yo me he hecho mis Papanicolaou, pero nunca me habí­an hecho tanto daño. Yo acudí­ porque está cerca el dispensario y porque sale más económico realizarlo allí­â€.