La Universidad de San Carlos y la Corte de Constitucionalidad


francisco-reyes

El 4 de marzo en vista pública, a través del rector, Estuardo Gálvez, la Universidad de San Carlos de Guatemala reclamó el incumplimiento del artículo 84 de la Constitución que establece que corresponde a la Universidad de San Carlos un presupuesto no menor del 5% del ingreso total del Estado.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com


A diferencia de la exposición del Rector, el Ministerio de Finanzas Públicas y la Procuraduría General de la Nación no fueron capaces de exponer en la audiencia, hecho que evidencia no tenían la razón y su argumentación por escrito desdice cualquier planteamiento.

Es interesante para los profesionales del Derecho conocer toda la argumentación que el señor Rector realizó, la cual casi obliga a que la CC reconozca el derecho reclamado y requiera a los organismos Ejecutivo y Legislativo respetar la Constitución Política, entregando en su totalidad como mínimo el 5% que le asigna a la Universidad de San Carlos. Ese logro legal podría ser el cierre de una exitosa gestión del rector Estuardo Gálvez en la Usac.

Al respecto, no debemos olvidar que la Universidad de San Carlos es la entidad estatal que por más de 300 años ha sido responsable de la educación superior en Guatemala, que como institución descentralizada la Contraloría es responsable de fiscalizarla y el Congreso puede, si lo estima conveniente, hacerlo dentro de su competencia de fiscalización.

Como en toda entidad puede que existan gastos inadecuados pero ello no justifica violar la Constitución; es también procedente reconocer que en los últimos años la Usac se ha alejado de los extremos políticos y ha mantenido un rumbo positivo y balanceado para el beneficio de sus casi 200 mil alumnos, lo cual hace muy probable que en la elección de autoridades triunfe el doctor Carlos Alvarado Cerezo, quien ha ofrecido no subordinarse a ningún partido político y a ningún gobierno.

Críticas y discrepancias siempre existen y la Usac no puede ser la excepción, sin embargo, permitir que alguno de sus representantes se subordine a halagos o pedidos de un partido político o de un gobierno desvirtúa lo que toda universidad, especialmente una universidad estatal, debe siempre defender y buscar. Por ello, independiente como en mi caso que soy egresado de una universidad distinta a la Universidad de San Carlos, no es motivo para que no respetemos y apoyemos a la universidad a la que la Constitución le ha dado la responsabilidad de impartir el conocimiento universitario en todo el país, hecho que a través de sus 20 centros universitarios departamentales realiza.

Esperemos que tan pronto como concluya la elección interna, las nuevas autoridades se dediquen a intensificar el mejoramiento del funcionamiento de la universidad, la optimización de su docencia, conserven y agreguen la eficiencia en el uso de los recursos que con justo derecho el Dr. Estuardo Gálvez, su rector saliente, ha reclamado por las vías legales ante el Estado y ante la Corte de Constitucionalidad.
¡Guatemala es primero!