LA UNIDAD NOS DA FUERZA


Perder a un familiar es lo más triste y desastroso que le puede suceder a una persona, en esos momentos uno pierde la razón y el dominio en todo su ser; pero lo más trágico y lamentable es cuando a ese familiar se lo arrebatan a uno. Ese es el caso de lo que recién pasó con la familia de don Jorge Efraí­n Cac Gutiérrez: ¡Se los arrebataron de la manera más cruel e inhumana que se pueda pensar! Este señor, con el dolor que ahora está sintiendo, lo hace decir que si su tercer hijo muere él se matará.

Fredy Padilla
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Tome en cuenta, don Jorge, que nosotros no somos dueños de nuestras vidas; es DIOS quien nos la dio, por lo tanto tenemos que pensar en que de alguna manera se hará JUSTICIA, tanto la del hombre como la divina.

Piense por un momento en lo que le queda de vida. Es cierto que no va a ser igual, pero tendrá el consuelo de quienes le rodean, amigos, familiares y vecinos.

Por favor, no tome a mal mis palabras, pues yo también -como muchos otros guatemaltecos- he perdido parientes en manos de delincuentes, que para desgracia de nosotros siempre nos van a estar jodiendo la existencia.

Yo sé que con palabrerí­as y consuelos no va a volver su familia, sólo quiero que sepa que lo acompañamos en su dolor, y ojalá las autoridades competentes pronto den con los responsables de este lamentable y repudiable hecho y les apliquen todo el peso de la Ley.

El jefe del Ministerio Público, el jefe de la Policí­a Nacional Civil y todos los involucrados en lo que a seguridad se refiere, ya saben quiénes son los que están detrás de toda esta violencia, aunque teniendo perfiles de los mismos no hacen lo posible por contrarrestarlos. En Guatemala todos estamos pidiendo a gritos que por favor abran los ojos y no se hagan los desentendidos, y a los que les toca impartir la JUSTICIA lo hagan de la forma más rápida y enérgica para con estos energúmenos que azotan a la sociedad entera.

Señor Presidente, no espere que los próximos gobernantes hagan lo que usted puede y debe hacer, aplicar la PENA DE MUERTE, pues sólo así­ se puede componer un poco la situación que estamos viviendo; no digo que se va erradicar, porque el mal es difí­cil de sacarlo del entorno, pero le aseguro que disminuirá bastante.

Hay personas, los medios de comunicación, los derechos humanos y otras entidades que dicen que la pena de muerte no persuade, claro que sí­. Acuérdese cuando estaba el general Rí­os Montt, no habí­a tanta barbarie como ahora, tuvo muchos desatinos como todos los que han pasado por la Presidencia, pero en materia de seguridad, para los que recuerdan aquellos años, podí­amos salir de nuestras casas pidiéndole a Dios que no nos atropellara un carro; ahora salimos y le pedimos a Dios que nos proteja de cualquier marero en la calle. Unámonos y entonemos los coros que se escuchan cuando hay algún desacuerdo contra el Gobierno, sólo que ahora hagámoslo junto con él y en contra de la delincuencia, y a una sola voz digamos ¡EL PUEBLO UNIDO JAMíS SERí VENCIDO!