La tercera edad y el retiro (III)


francisco-reyes

Un área más de inversión para las reservas técnicas de la Seguridad Social sería un programa de cédulas hipotecarias, calificadas como títulos de primer orden por el Banco de Guatemala y la Junta Monetaria, que podrían ser el principal respaldo para programas de vivienda de clase media y clase popular, con la supervisión del FHA, aspecto que al crearse la cuenta individual para cada afiliado podría ser garantía parcial para adquirir vivienda, aceptándose que a un afiliado le sirvieran de garantía el 50% de sus reservas de su invalidez, vejez y sobrevivencia.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com


Como se puede comprobar en el mercado nacional, este tipo de cédulas ha hecho crecer a un conocido banco privado a niveles multimillonarios, lo que demuestra que son una excelente inversión de medio y largo plazo, que estimularía la mano de obra en la actividad del sector de la construcción y como ya señalamos, podría satisfacer esa enorme necesidad de vivienda propia.

En fechas recientes se estableció la Ley de Inversión Privada y Pública. En países como Chile, la mayoría de las autopistas urbanas y extraurbanas son una inversión, tanto del sector privado como de las entidades AFPS que manejan las reservas que constituyen las pensiones de todos los trabajadores de ese país, y gracias a la supervisión, tanto de la Junta Monetaria, como de las entidades fiscalizadoras, la rentabilidad que producen a favor de los retirados y de los afiliados que en su debido momento también serán pensionados, es excelente.

Qué es más importante, que la autopista Palín-Escuintla dé unos magros ingresos al Estado y que la mayor parte favorezca a operadores mexicanos o que el Seguro Social fuera condueño. Nadie en nuestro país discute que la comunicación en autopistas de México a El Salvador o de la carretera del Atlántico cambiarían los costos de importación y exportación, lo cual implica crear autopistas adicionales a las actuales carreteras existentes y darle al usuario otra alternativa. El derecho de vía también ya existe y es la línea de lo que fuera el ferrocarril desde Ayutla a la capital y desde la capital a Puerto Barrios, lo que sí debe tenerse mucho cuidado, es que no vayan a salir algunos malos guatemaltecos que traten de vender elefantes blancos, tentación que siempre va a existir pero que con una adecuada supervisión de los sectores que integran la junta directiva del IGSS, de la Contraloría y de una auditoría similar a la junta monetaria, deberían de ser suficientes para que nadie abuse o mal utilice esas enormes reservas técnicas, propiedad de todos los trabajadores activos y de los pensionados del IGSS.

En cuanto a las prestaciones de salud, el Ministerio de Salud debe actuar principalmente en salud preventiva y el IGSS en salud curativa principalmente. Siendo que el Estado es el principal deudor en sus aportes al sistema de seguridad, por qué no entrar en copropiedad en la red hospitalaria nacional y así hospitales subutilizados, como el del Progreso, Quetzaltenango, Totonicapán y otros hacerlos copropiedad con el Seguro Social, estableciéndose salas de encamamiento privativas donde el Seguro Social refiera a sus afiliados a través de su propia consulta externa y pague los servicios de laboratorio, rayos “X”, alimentación bajo una tarifa específica por servicio y por día paciente, lo cual haría más eficiente y rentable la utilización de muchos hospitales actualmente subutilizados y deficitarios, por cuanto hay departamentos donde la población afiliada y dependiente no justifica la infraestructura propia para el seguro social.
¡Guatemala es primero!