La temida guí­a gastronómica de Michelin


La guí­a Michelin, la más temida de las guí­as gastronómicas francesas, publicará el lunes próximo su centésima edición, ignorando las crí­ticas que recibe regularmente porque, tras un siglo de vida, sigue siendo la más influyente del sector en tres continentes.


Las cifras de 2008 son elocuentes: 370 mil ejemplares vendidos en Francia y 1.2 millones en el mundo, 26 ediciones para 23 paí­ses y 1,973 estrellas distribuidas en todo el planeta gastronómico.

«No tenemos competidores, ni franceses ni internacionales», resume Jean-Luc Naret, actual directivo de la guí­a, a la que hizo «cruzar el charco» en 2005 con una edición norteamericana (sobre Nueva York), que precedió a dos asiáticas, la de Tokio en 2007 y la de Hong-Kong/Macao en 2008.

Su poder queda demostrado cada año cuando, en ví­speras de su aparición, la prensa francesa se libra a una caza a la primicia para conocer de antemano el contenido de la guí­a. Entre tanto, la angustia atormenta a los cocineros que podrí­an perder o ganar estrellas.

Según el diario France Soir, Eric Fréchon, chef del hotel Bristol de Parí­s, ganarí­a en esta edición su tercera estrella y ocho restaurantes obtendrí­an la segunda.

«Es verdad que Michelin es irremplazable en el paisaje gastronómico francés. Si desapareciera, nos aburrirí­amos muchí­simo», afirma con ironí­a el crí­tico gastronómico del diario Le Figaro, Franí§ois Simon. FOTO LA HORA: AFP PHOTO STEPHANE DE SAKUTIN