¿Cuántas veces nos hemos equivocado por emitir juicios apresurados? Hasta las personas más sabias cometen errores, de esta naturaleza. Vea estos ejemplos:
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* «Un cohete nunca podrá salir de la atmósfera de la Tierra», opinó el New York Times en su editorial una tarde gris de 1936.
* «Creo que hay un mercado mundial para unos cinco ordenadores», opinó Thomas Watson, presidente de IBM en 1943.
* «Pasarán años – no en mi tiempo – antes de que una mujer se convertirá en primer ministro», opinó la propia Margaret Thatcher el 26 de octubre 1969.
* «Este virus (VIH) es un gatito», dijo el doctor Peter Duesberg, profesor de biología molecular en la universidad de Berkeley, 1988.
* «Taladro por el petróleo? ¿Quiere decir agujerear la tierra para tratar de encontrar petróleo? Estás loco «, pensaron los asociados de Edwin L. Drake al rechazar su propuesta de extracción de petróleo en 1859.
* «Los viajes en tren a alta velocidad no son posibles porque los pasajeros, serán incapaces de respirar y morirían de asfixia.» Doctor Dionysys Larder (1793-1859)
* «Las máquinas más pesadas que el aire que vuelen son imposibles», espetó el gran científico inglés Lord Kelvin, 1895.
* «Nunca un avión más grande será construido», dijo un ingeniero de Boeing, después del primer vuelo del 247, un avión bimotor que tenía capacidad para diez personas.
En tanto, recientemente Nicholas Negroponte, uno gurú de la tecnología actual, ha predicho que en los próximos cinco años, la presencia del libro digital va a suponer un dominio sobre los libros de papel, seguramente hablando del mundo desarrollado. Negroponte fue director del Laboratorio de Medios del Instituto de Tecnología de Massachussets y cofundador de la revista Wire. También es el impulsor del proyecto «Una laptop para cada niño» y ha notado una increíblemente rápida penetración del libro digital.
Negroponte, hay que aclarar, no dijo que las páginas de papel «morirán» en 2015 (como apareció en algunos medios) ni se refirió a una extinción total del libro físico, sino que predijo el dominio del mercado literario por parte del formato digital creado para equipos como el Kindle, que es vendido por Amazón y tiene reportados casi 3 millones y medio de sustratos digitales, que tienen capacidad para almacenar cientos de libros en la palma de su mano, toda una biblioteca virtual.
Negroponte hizo una comparación entre la industria editorial y las fotografías digitales, porque el fenómeno se le parece muchísimo. Comentó que durante años, Kodak no quiso saber nada de las cámaras digitales y se negó a aceptar una realidad que hoy la ha sobrepasado: su planta de producción se ha reducido en más del 80 %. ¿Sucederá lo mismo con los libros? Tal vez no tan rápido ni tan dramáticamente, ni en todos los países… pero el cambio se ha empezado a dar, porque cada día mucha más gente lee menos en papel y tiene acceso a la computadora y a la Web.
Pienso que a algunas escuelas y universidades les podría pasar algo similar, sino hacen algo para cambiar sus métodos y sistemas, porque las compus han venido a descentralizar el conocimiento, durante más de 500 años con dominio total de la palabra impresa. Y hoy la tecnología, nos sobrepasa rápidamente. Yo, que crecí viendo en la TV a los The Jetsons (la vida en el año 2062) como dijo Steve Jobs en la reciente presentación del iOS 4, me quedo pensativo: ¿qué vendrá después de lo más novedoso que salió al mercado hoy mismo?