La Tate exhibe la inquietante obra de Juan Muñoz


La escultura

La primera retrospectiva consagrada al español Juan Muñoz después de su muerte, en 2001, fue inaugurada el miércoles en la Tate Modern de Londres, que expone, hasta fines de abril, 70 de sus enigmáticas obras, que viajarán luego a Bilbao, en España, y a Oporto, norte de Portugal.


«Es la primera gran retrospectiva dedicada a Muñoz en Gran Bretaña, y es la primera en el mundo después de su muerte», dijo a reporteros el director del museo, Vicente Todolí­, quien inauguró la exposición junto con el ministro de Cultura español, César Antonio Molina.

Titulada «Juan Muñoz. Una retrospectiva», la exposición incluye algunas de las instalaciones escultóricas más famosas del artista madrileño, entre ellas «Conversation Piece» y «Many Times» (1999).

En esta instalación, decenas de hombres orientales fabricados en bronce interactúan entre ellos, conversan y se rí­en a carcajada abierta. Y uno quiere meterse en esas intrigantes conversaciones.

Esa obra, como todas las de Muñoz – que murió a los 48 años, de un aneurisma, mientras pasaba vacaciones en la isla de Ibiza – juega con el espectador, lo desestabiliza y confronta, permaneciendo en su imaginación, indefinidamente.

En otra, una enana en talones muy altos está sola, erguida dignamente, frente a una mesa de billar, mientras en otra sala, hay dos figuras colgadas, acróbatas al parecer, pero que evocan más bien a figuras torturadas en alguna prisión secreta.

Algunas de sus obras llevan una gran carga de violencia, pero su obra es también oní­rica, lúdica, y siempre, muy humana, agregó.

Las instalaciones narrativas de Muñoz hacen referencia al argentino Jorge Luis Borges, al dramaturgo británico Samuel Becket, al poeta T.S. Eliot, y a obras de arte históricas, como los cuadros de Velázquez y Manet, indicó la comisaria de la muestra, Sheena Wagstaff.

«Muñoz era un hombre muy culto, muy leí­do, que creció en Madrid durante la dictadura de Franco y que se inspiró para su trabajo en la literatura, la pintura, la arquitectura, pero de una manera indirecta, llena de sutilezas y desviaciones», explicó la experta de la Tate.

Todolí­ subrayó que la Tate ya le habí­a consagrado al fascinante artista español su gigantesca sala de Turbinas, la que Muñoz transformó con su instalación «Double bind» (Doble atadura»), llena de trucos y juegos visuales, que es considerada su obra más importante.

La ambiciosa retrospectiva – que incluye varias obras que jamás han sido presentadas, así­ como elementos sonoros, y los bocetos para sus «Dibujos-Gabardina», ejecutados en tela de gabardina-, ha sido coproducida por la Tate y la española Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (SEACEX).

La exposición, que cierra sus puertas en Londres el 27 de abril, viajará en mayo al Guggenheim de Bilbao y en octubre al Museo Serralves de Oporto, y podrí­a ir a Madrid, al Reina Sofí­a, en el 2009, indicó el director de la Tate.