La tarjeta prepago: Piensa mal y acertarás


El sistema de transporte público de Nueva York es uno de los más eficientes del mundo y el mismo se puede utilizar con tarjetas prepagadas que se compran en cualquier estación del metro y en infinidad de negocios que las proveen. Uno puede, además, recargar su tarjeta utilizando tarjeta de crédito o dinero en efectivo en máquinas instaladas de la manera más conveniente. Salvo cuando se usa tarjeta de crédito, en ninguna otra transacción se requiere el nombre del usuario.

Oscar Clemente Marroquí­n
ocmarroq@lahora.com.gt

Por ello el diseño del sistema prepago en Guatemala no tiene nada que ver con lo que ocurre en otras ciudades del mundo en las que es muy sencillo adquirir tarjetas para utilizar el transporte público y hasta los turistas lo pueden hacer sin tener que acreditar su identidad ante nadie. Podrí­a pensarse, pensando bien, que en medio de nuestro subdesarrollo y exceso burocrático a alguien se le ocurrió ese mecanismo que tiene hasta la gorra a la gente porque le preguntan hasta el nombre de sus padres, además del de toda persona que viva con ellos. Y como el dicho es bien claro, hay que pensar mal para acertar y en este caso la tarjeta prepago del transporte urbano hay que verla en el contexto de las elecciones del año entrante. No es secreto que la Asociación de Autobuseros Urbanos trabajó estrechamente con la UNE en la campaña pasada y que ahora tienen el agregado de la estrecha relación entre los dos ílvaros, el Presidente y el Alcalde, lo que significa una mancuerna muy importante de cara a las elecciones generales. Y si a eso se agrega que el Renap deliberadamente está trabajando a paso de chencha para no terminar la acreditación ciudadana antes de las elecciones y que el mismo funciona con una empresa vinculada al señor Gregorio Valdez, vemos la enorme importancia que tiene la elaboración de una especie de padrón paralelo que tendrá su base de datos en el sistema de las tarjetas prepago. Sobre aviso no hay engaño y hoy puede afirmarse que está ya en marcha una gigantesca maniobra electoral dirigida por la UNE, los autobuseros que ayudaron a financiar la campaña y se han beneficiado al punto de que ahora renovarán toda su flota, las autoridades municipales de muchas jurisdicciones del paí­s y por supuesto el Renap cuyo documento de identidad es pieza clave en todo lo que se está fraguando. No son micos aparejados sino elemental sentido de la lógica sobre cómo es que funcionan las cosas. Alguien me decí­a que el interés de los autobuseros por obtener toda esa información es para venderlo a las llamadas protectoras de crédito que andan a la caza de bases de datos que contengan información personal de los guatemaltecos, pero aquí­ no hay que pecar de ingenuos ni caer de babosos. No es una base de datos a la que le quieren sacar raja vendiéndola, sino que es una que servirá para las elecciones del año próximo y que persigue asegurar la posibilidad de triunfo del partido de gobierno. Ya verán los ciudadanos cómo toda la información que han proporcionado a los autobuseros con tal de obtener la tarjeta prepago será usada mañosamente por el oficialismo para garantizar el triunfo de su candidato o candidata. Sobre eso no hay vuelta de hoja.