La soledad de los ciudadanos, por el Estado ajeno


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Contrario a lo que hace un par de años algunas empresas de publicidad lanzaron a los cuatro vientos, la población guatemalteca NO ES FELIZ y sigue siendo víctima del sistema injusto que desde siempre ha existido, comandado por las élites económicas y los grupos de poder, amparados éstos por los gobiernos de turno y sus “representantes del pueblo” con el uso del aparato administrativo del Estado para la exacción ilegal de los fondos públicos.

Fernando Mollinedo C
mocajofer@gmail.com


¿Cómo va a ser feliz la población guatemalteca, si día a día aumenta la cantidad de muertos por la criminalidad común, organizada y hasta la gubernamental? ¿De qué felicidad se ufanan estas empresas publicitarias en Guatemala? ¿Será acaso que, ser feliz es pasar penas para lograr el sustento diario?  ¿Viajar en el transporte urbano y extraurbano con el alma en la mano ante el temor de ser asaltado, violado y muerto por criminales sueltos en todo el país?

    ¿Somos felices con la continua escalada de precios en los productos básicos para la supervivencia digna, es decir, la canasta básica? ¿Somos felices los chapines con la grosera escalada de precios de los combustibles? ¿Somos felices cuando el presidente de la República anuncia que el gobierno que preside se preocupa por los ciudadanos? ¿Seremos felices porque no hay una política agraria que satisfaga las necesidades mínimas de los campesinos sin tierra? ¿O aún se estima por los gobernantes que hay ciudadanos de primera, segunda, tercera, cuarta y quinta categorías?

    ¿Acaso estamos risa y risa porque NO HAY políticas de Seguridad que respondan a las necesidades de respeto, seguridad y orden que nos merecemos los habitantes del país? Políticas de “defensa” NO las hay, pues aunque la defensa del territorio está al “cuidado” de la institución castrense, y a ese rubro no le escatiman transferencias de los rubros educativos y de salud, los narcos se campean como Pedro por su casa, aquí, allá y acullá.  Entonces… ¿Dónde está la “defensa del territorio? ¿Irradiamos felicidad a borbotones, porque los gobernantes tienen casas valoradas en 4 millones de dólares en las playas del pacífico, Río Dulce, Bahía de Amatique y otros lugares paradisíacos del territorio nacional?

   ¿Estuvimos felices, estamos y estaremos felices porque algunos funcionarios del Gobierno se roban millones y millones de dinero a la vista y paciencia de los órganos contralores? Allí cabe entonces la certeza de pensar en que los “untan” para quedarse con la trompeta en silencio, ¿o no es así?
  
Once millones de guatemaltecos felices porque no tienen acceso al proceso educativo, de salud, de la economía, de la administración honrada, de la justicia, de la seguridad y por ello tenemos una sociedad súper fragmentada en cuanto a identidad, nacionalidad, valores humanos, objetivos éticos, morales y sociales?

   Las LIMOSNAS que los gobiernos de turno dan a la población, las dan como que si fueran REGALADAS y/o COMPRADAS CON EL DINERO DE SUS SALARIOS, y se ufanan de ser magnánimos, PERO… ¿CON EL PISTO DE QUIÉN LO HACEN? CON DINERO DEL ERARIO NACIONAL, y se jactan de hacerlo en forma “paternal y maternal”, ¡Que desgracia de exhibicionismo!
  
    LA POBLACIÓN ESTÁ TRISTE porque otra vez ESTÁ EN SOLEDAD, pues NO HAY GOBIERNO QUE LE AUXILIE, aunque para ello se les paga, y al contrario, están disponiendo –como los demás anteriores– del territorio y sus recursos no renovables para venderlo, concesionarlo, prestarlo y/o regalarlo a los conquistadores del siglo XXI.

   Espero que por este artículo no se me considere “comunista, terrorista, subversivo o alzado en armas” en contra del orden establecido por los verdaderos dueños de Guatemala y se me juzgue en un tribunal de alto impacto. SÓLO ES MI OPINIÓN.