La decisión del señor John McAfee, creador de los programas antivirus que llevan su nombre, de solicitar asilo en Guatemala por considerar que es un perseguido político en Belice, pone en el tapete la cuestión de la seriedad del derecho de asilo como una de las garantías para la defensa de derechos humanos elementales. Ciertamente toda persona tiene, según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, opción a buscar asilo en cualquier país cuando sea objeto de persecución por razones distintas a un proceso legal iniciado con apego a derecho por delitos comunes.
El asilo constituye, por eso, toda una institución de salvaguarda de elementales derechos humanos que se reviste de la mayor importancia precisamente porque se constituye en una garantía para evitar que una persona pueda ser perseguida por motivos políticos o de cualquier otra índole distinta a una causa penal debidamente fundamentada.
En el caso del señor McAfee, obviamente las autoridades guatemaltecas tienen que recibir la solicitud y conocer de los argumentos del solicitante de asilo. Sin embargo, en este caso hay que adelantar que la solicitud se hace luego de que autoridades de Belice citaron a declarar, no en calidad de sindicado, a McAfee por un homicidio cometido en territorio beliceño. En otras palabras, hasta el momento no hay evidencias de una persecución en su contra, puesto que no hay una orden de captura sino la intención de tomarle declaración para el esclarecimiento de un crimen común, sin ninguna conexión política.
Siempre hemos creído que el derecho de asilo es una instancia demasiado seria como para que pueda convertirse en juguete o en un procedimiento para retardar la administración correcta de la justicia. El señor McAfee sostiene que él fue financista de los políticos que gobiernan Belice y que al decidir no seguirles financiando sus operaciones partidarias está siendo objeto de acoso.
Si bien no se puede juzgar a alguien ni etiquetarlo por sus comportamientos pasados, en los medios de prensa internacionales se ha insistido mucho en el comportamiento que ha tenido el señor McAfee, tanto en Estados Unidos como en Belice, donde se refugió desde hace muchos años y se ha rodeado de gente armada que desentona en un territorio que no se caracteriza por la violencia como ocurre con países de la región centroamericana.
Cualquier solicitud de asilo tiene que ser tramitada con apego a derecho y existen los mecanismos para calificar si se trata del ejercicio de una salvaguarda de los derechos humanos o como una treta para evadir la justicia. Guatemala tiene que salvaguardar en todos los casos el derecho humano de quienes puedan ser objeto de acoso político, pero tiene que preservar a toda costa la seriedad y el espíritu del derecho de asilo.
Minutero
Parece petate de muerto
para asustar a algún tuerto;
usan ley de desarrollo
para aumentar el embrollo