La seguridad social (III)


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Parte de la seguridad social en todo el mundo son las prestaciones de salud, las cuales comprenden consulta externa, hospitalización o encamamiento e intervenciones quirúrgicas, incluyendo trasplantes. En esa área, el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social ha sido muy poco eficiente, en los últimos 35 años no se ha construido un hospital general y lo único que se ha hecho es mejorar fachadas de las viejas instalaciones existentes.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com


Aunque se ha incrementado la contratación de médicos y personal técnico, la consulta externa del IGSS es precaria y es común escuchar que una persona se presenta con una enfermedad o emergencia por accidente o enfermedad y la cita de consulta externa se le programa a 60 ó 90 días.

Los médicos continúan siendo contratados por hora y no atienden a más de cuatro pacientes en ese tiempo y solo un paciente es consulta nueva, lo que contrasta enormemente con las consultas privadas de esos profesionales. Además, si de los cuatro afiliados a consultarse uno o más no se presentan, los médicos no aceptan la sustitución de quienes no asisten, hecho que indudablemente es improcedente porque la consulta externa debería ser la imagen como la que los médicos en lo particular prestan. El encamamiento hospitalario continúa siendo deficiente, se dan casos en los que las operaciones electivas o programadas son realizadas después de varios meses de haber sido requeridas.

El número de días de estadía de los pacientes en los hospitales del seguro social es mucho mayor que si el paciente hubiera sido intervenido en un hospital particular, debido a que no hay una adecuada supervisión que garantice eficiencia. Además, por la ausencia de determinados médicos, una intervención que no debería requerir más de cuatro días de hospitalización puede duplicarse o triplicarse, en detrimento del paciente tratado y de los que están en lista de espera. Esta área evidencia la poca eficiencia de la junta directiva, de la gerencia y direcciones generales que no se preocupan y actúan para que las prestaciones médicas sean en su calidad cercanas a la de los hospitales privados.

El Seguro Social es el mayor comprador de medicamentos y equipo médico quirúrgico en el país, sus pagos son eficientes y atractivos para todos los proveedores; sin embargo, inexplicablemente no ha sabido implementar y eficientar su capacidad de compra y abastecimiento; fácil es preguntarse por qué el IGSS no licita a nivel internacional la mayor parte de sus compras, evitando y ahorrándose la participación de intermediarios nacionales que le encarecen en un 20% o más los precios de adquisiciones.

Tampoco se comprende porque muchos productos como las vacunas, sales hidratantes y similares no se adquieren a través de la Organización Mundial de la Salud o de la Asociación Panamericana de la Salud, que le podrían abastecer todos esos insumos a menos de la mitad de los precios que se compran localmente. En el resto de sus necesidades de medicamentos y equipo médico quirúrgico, el Seguro Social debería obtener mejores precios que en el contrato abierto, utilizando su enorme capacidad de compra y pago. Por último, los medicamentos o compras al por menor en farmacias o centros de distribución deberían ser como máximo el 10% de las adquisiciones del IGSS.

Todos estos aspectos mencionados en parte los hicimos realidad en la gestión que en la década de los 80 tuvimos como gerente e interventor del IGSS y cualquiera que lo desee puede comprobarlo en las memorias e informes de esos años, por lo que podemos decir que existen las pruebas al respecto.
¡Guatemala es primero!