Las organizaciones sociales y comunitarias del departamento de Retalhuleu cuestionan al Estado lo relativo a la soberaní­a y seguridad alimentaria, en el contexto de la concentración de la tierra en pocas manos, para la comercialización de monocultivos, que relegan la producción de granos básicos.

Sergio Morales, de la Asociación para el Desarrollo Integral de Vecinos de Champerico (AVEDICHAM), señala que el Estado guatemalteco ha propiciado la pérdida de los recursos naturales con la depredación de cientos de caballerí­as de bosque para la siembra de productos como hule, caña de azúcar y palma africana.

Morales agregó que estos monocultivos han acabado con ecosistemas en el litoral del Pací­fico, porque al actual gobierno le interesa más el fomento de empresas transnacionales que suplir las necesidades de subsistencia de la población; esa situación queda demostrada con los pocos espacios para el arrendamiento de las tierras, añadió.

A decir del lí­der comunitario, el gobierno aduce, a través del Ministerio de Agricultura Ganaderí­a y Alimentación (MAGA), el otorgamiento de créditos para pequeños y medianos agricultores, pero éstos no tienen acceso a los mismos y con sus propios recursos realizan las siembras de sus productos con la esperanza de buenas cosechas.

Hermógenes Jento y Telésforo De León, presidentes de los Consejos Comunitarios de Desarrollo (COCODES) de La Libertad, aldea San Luis, San Sebastián y Barrio Guayacán, Champerico señalan que la soberaní­a y seguridad alimentaria es sólo un discurso de las autoridades de gobierno, toda vez que a la fecha el fertilizante no les ha llegado a sus respectivas comunidades.

Los comunitarios agregan que esa irresponsabilidad del gobierno les lleva a pensar en la situación que podrí­an vivir más adelante, debido a la escasez de cosechas, no sólo por la falta de insumos sino por los destrozos ocasionados por las tormentas Agatha y Alex.

Mientras Leñoso Godí­nez, delegado departamental de la Secretarí­a de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN), aseveró que el 33 por ciento de maí­z se cultiva en este departamento y el resto se tiene que adquirir de otras partes del paí­s; en cuanto a los señalamientos de los comunitarios dijo que existen las instituciones donde deben presentar sus inconformidades.