Durante la segunda mitad del siglo XX, el Estado guatemalteco masacró a más de 200,000 de sus ciudadanos. Tras esta violencia emergió un vibrante movimiento panmaya que desafía las nociones ladinas de ciudadanía e identidad nacional. En La sangre de Guatemala, Greg Gradin ubica el origen de este resurgimiento étnico en el proceso social de formación del Estado de los siglos XVIII y XIX y no en las ruinas del proyecto nacional de décadas recientes.
Enfocándose en las elites mayas de la comunidad de Quetzaltenango, Grandin demuestra la forma en que sus esfuerzos por mantener la autoridad sobre la población indígena y asegurar el poder político en relación con los no indígenas desempeñaron un papel crucial en la formación de la nación guatemalteca. Para explorar la estrecha conexión entre nacionalismo, poder estatal, identidad étnica y violencia política, Grandin recurre a fuentes tan diversas como fotografías, rituales públicos, testimonio oral, literatura y una colección de documentos escritos durante el siglo XIX que no habían sido explotados, anteriormente. Explica cómo la ansiedad cultural, provocada por la transición al capitalismo cafetalero en Guatemala durante este período, llevó a los patriarcas mayas a desarrollar entendimientos de raza y nación que eran contrarios a las nociones ladinas de asimilación y progreso. Sin embargo, esta visión alternativa nacional no podría establecerse en un país plagado de divisiones de clase y etnia.
Greg Grandin enseña historia latinoamericana en la New York University. Ha escrito artículos sobre la historia y política latinoamericana tanto para revistas académicas como para periódicos, incluyendo el New York Times. La edición en inglés de este libro: The Blood of Guatemala: A History of Race and Nation, ganó en el 2000 el premio Bryce Wood de la Latin American Studies Association al mejor libro publicado en inglés sobre Latinoamérica en el campo de humanidades y ciencias sociales.