La sal, bajo la lupa


sal

El debate sobre los peligros de comer demasiada sal tiene una nueva arista: un estudio del gobierno de Estados Unidos que insinúa que las personas con mayor riesgo son aquellas que ingieren muy poco potasio.

Por MIKE STOBBE
ATLANTA / Agencia AP

Los alimentos ricos en potasio, como frutas y verduras, han sido recomendados por mucho tiempo como una manera de protegerse contra enfermedades cardiacas y otros males crónicos. La nueva investigación es una de las primeras y más grandes de Estados Unidos que revisa la relación entre la sal, el potasio y las muertes por enfermedades cardí­acas.

«Si tienes demasiado sodio y muy poco potasio, es peor que cualquiera de los dos por sí­ solo», dijo el doctor Thomas Farley, comisionado de salud de la ciudad de Nueva York y quien ha dirigido los esfuerzos para hacer que el público consuma menos sal. Coescribió un comentario publicado el lunes con el estudio en la revista Archives of Internal Medicine.

El potasio podrí­a neutralizar los efectos dañinos de la sal para con el corazón, dijo la doctora Elena Kuklina, una de los autores del estudio. El sodio incrementa el riesgo de desarrollar hipertensión arterial, una de las principales causas de males cardí­acos e infartos.

La sal —cloruro de sodio— es la principal fuente de sodio para la mayorí­a de las personas.

La investigación descubrió que las personas que comen mucha sal y muy poco potasio eran el doble de propensas a morir de ataque cardí­acos que quienes comí­an cantidades iguales de ambos minerales. Tal imbalance representó un riesgo mucho mayor que simplemente comer demasiada sal, de acuerdo con el estudio.

No se sabe exactamente cómo interactúan la sal y el potasio, y nadie cree que simplemente con tomar una pí­ldora de potasio se proteja a las personas de los peligros de una dieta alta en sal.

En lugar de eso, el mensaje para el público es el que los médicos han repetido durante años: comer muchas frutas, vegetales y otros alimentos ricos en potasio, y al mismo tiempo consumir menos alimentos salados y procesados.

Las autoridades dicen que nadie debe comer más de 2,3 gramos de sodio al dí­a. Quienes tienen hipertensión arterial, deben comer menos que eso.

La cantidad recomendada de ingesta de sodio es de 4,7 gramos al dí­a.

En el nuevo estudio, los investigadores evaluaron a más de 12 mil adultos estadounidenses con 20 años o más. Les preguntaron qué habí­an comido el dí­a anterior y calcularon su ingesta diaria de sodio y potasio. A los participantes se les dio seguimiento por 14 años; 433 de ellos murieron de ataque cardí­aco.

Las personas que consumieron cinco gramos al dí­a tuvieron el doble de riesgo de morir de un infarto cardí­aco que las personas que comieron dos gramos diarios en el periodo de seguimiento.

Los resultados se basan en lo que las personas dijeron que comieron sólo un dí­a de sus vidas. Eso podrí­a no ser caracterí­stico ni representativo de su dieta en los años siguientes, señaló el doctor Robert Eckel, experto cardiólogo de la Universidad de Colorado.

Además, es un estudio de observación que muestra una aparente relación, no la clase de estudio cientí­fico riguroso que se usa para probar causa y efecto, añadió.