La revolución digital ha modificado a la edición, la creación y las relaciones entre escritores y lectores con internautas que cuelgan manuscritos en la web, ficciones concebidas para formatos electrónicos, asesoramiento literario en línea, ebooks y tabletas digitales de lectura.
Aunque el papel no ha muerto, la escritura está sufriendo su primera gran mutación desde la invención de la imprenta.
Algunos autores han comenzado a escribir para formatos electrónicos. El norteamericano Matt Stewart publicó hace un año una primera novela escrita en miniblogs en el sitio de socialización Twitter. El francés Alexandre Jardin ofrecerá durante varios meses, a partir de octubre, un relato creado para ese formato. Se trata de una aventura sin precedentes para el escritor y sus lectores.
El autor estadounidense de novelas policiales James Patterson acaba de franquear el tope del millón de libros digitales vendidos (1,14 millones) según su editor Hachette Book Group, filial de Hachette Livre (Lagardí¨re). En Navidad, Amazon, que comercializa el formato de libros electrónicos Kindle, vendió más obras en formato digital que en papel.
Acaba de surgir una nueva moda: publicitar un libro colocando la mención «Ya disponible en iPad». Varias novedades del otoño boreal en Francia aparecerán en ambos formatos.
Martine Lemalet, directora general de la editorial Le Manuscrit, lanzó hace diez años la difusión electrónica de textos, acompañada por un servicio editorial a pedido disponible en el mundo entero.
«Gracias a nuestra total flexibilidad de edición, nuestros títulos siempre están disponibles en un doble formato: libro impreso y fichero digital», declaró Lemalet a la AFP. «Le Manuscrit (http://www.manuscrit.com) favorece así el desarrollo de una nueva economía editorial», insiste esta pionera.
«Publicar en versión digital no es una declaración de guerra a las librerías, sino una señal hacia nuevos lectores», explicó a la AFP David d»Equainville, uno de los fundadores de la joven editorial Anabet.
En septiembre próximo, una primera novela, «La petite fille de devant», de Faustine Ondry, estará «por primera vez disponible desde su salida en versión digital al precio de un libro de bolsillo, y en papel» señaló.
También se está desarrollando la edición participativa, que consiste en editar en forma conjunta apostando algunos euros a un manuscrito colgado en línea.
La editorial Editions du Public.com (www.editionsdupublic.com), creada en marzo de 2010 por seis fanáticos de la lectura, propone a los internautas invertir 11 euros. Si el libro reúne 22.000 euros, es editado. En caso contrario, el internauta es reembolsado. Si la novela es un éxito, el coeditor puede ganar hasta ocho veces su apuesta.
My Major Company propone en el sitio www.mymajorcompanybooks.com lanzar a un escritor por 10 euros. Este otoño boreal publicará, aliado con el editor XO, tres novelas que llegaron a los 20.000 euros. Los internautas accionistas compartirán 25% de los ingresos netos generados por las ventas.
Otro recién llegado, el asesor literario en línea MyBoox, editado por Hachette Libros, quiere ayudar al internauta a orientarse en la selva editorial creando juntos una biblioteca personalizada.
Tanto los editores como las librerías están lanzando plataformas para libros digitales. Por otra parte, Apple, Amazon, Sony, a los que pronto se sumará Google, proponen bibiotecas virtuales.