La renovación del arte


Eduardo Silva Alvarado

Con el nacimiento de un nuevo año, vienen una jaurí­a de esperanzas y deseos que con el transcurrir del tiempo se convierten en logros o remordimientos.

El arte es una expresión en constante movimiento, ya que cada artista tiene su concepción de realidad y se vale de diversas herramientas para expresarlo.

El mundo es un lugar cambiante, con cada amanecer nace nueva tecnologí­a y diversas interpretaciones de la misma, es por eso que es un lugar emocionante para vivir. Porque no se sabe realmente qué va a suceder el dí­a de mañana.

Los eneros siempre traen inquietudes que sin son canalizadas adecuadamente pueden convertirse en grandiosos éxitos que sin querer van dejando huella en nuestra historia portátil.

Guatemala necesita renovar muchas cosas y este año como todos los demás uno tiene el sentimiento que este va a ser el año del cambio.

En el tema del arte, cabe mencionar que sí­ se ha logrado bastante, pero es necesario que muchos artistas dejen su ego para las cámaras y empiecen a comportarse como ciudadanos.

Ser artista no implica tener una superioridad sobre el resto de la comunidad de creadores, es necesario tener mucha madurez y sobre todo tener los pies en la tierra, para lograr salir adelante como artista y más importante, salir adelante en colectividad.

Los artistas tienen una gran habilidad que muchas veces no puede ser medida con el termómetro del dinero. Es necesario tener mucha autoestima, pero sin que esta se desfigure para transformarse en el gran monstruo llamado «ego».

Si un artista malo no existiera, tampoco existirí­an los buenos; y en verdad no sé qué tipo de persona se atreverí­a tatuarle un adjetivo tan absoluto como el bueno o el malo a un artista. Lo que sí­ existe son artistas reconocidos y no reconocidos, pero en realidad esas son cuestiones que no se toman en cuenta a la hora de crear.

La renovación cultural es importantí­sima, sobre todo en las personas que se dedican a ciertos oficios, porque sólo así­ se podrán crear los espacios necesarios para que nuestro paí­s florezca de una manera conjunta sin tantos adjetivos calificativos despectivos que tanto daño nos hacen.