En fecha reciente, fue firmado un Acuerdo de absolución amistosa entre la familia del expresidente Jacobo írbenz Guzmán y el Estado de Guatemala, que obliga a examinar uno de los pasajes más convulsos de la historia de este país centroamericano, a la vez que abre la oportunidad de revisar el proyecto de modernización, que en esa época fue tildado de comunista, y que no era más que un experimento de capitalismo con rostro humano.
En esta forma ha empezado la reivindicación de su memoria que es una deuda histórica que se tiene con el exgobernante. El presidente írbenz Guzmán, quien era coronel del Ejército guatemalteco, fue derrocado en junio de 1954, por una invasión armada de mercenarios auspiciada por la United Fruit Company, UFCO, de capital norteamericano, con el apoyo del gobierno de Estados Unidos.
El pretexto fue que era comunista, ya que entre otras cosas, estaba impulsando una reforma agraria amparada por el Decreto 900 del Congreso de la República, la cual afectaba intereses de la compañía frutera.
La intervención estadounidense, con sus terribles consecuencias de sangre y muerte, marcó la historia guatemalteca de los siguientes 50 años, hundiendo al país en un permanente baño de sangre.
Muchos años después de la caída del presidente írbenz, fueron desclasificados importantes documentos secretos de los Estados Unidos, en los cuales se llega a la conclusión que en este caso los gringos cometieron un error. Los documentos revelan que el coronel írbenz Guzmán no era comunista, ni tampoco su gobierno. Lo que estaba impulsando era un proyecto nacionalista dentro del marco del capitalismo, con el cual pretendía alcanzar la independencia económica y social para el país.
En 1997, aunque tímida y tardíamente, el expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton, le pidió disculpas a Guatemala por el vergonzante papel de su país en la acción armada en contra del gobierno de Jacobo írbenz Gumán.
El presidente Jacobo írbenz tenía el objetivo de buscar la modernización del sistema capitalista para promover el cambio social en Guatemala. La agricultura estaba asfixiada por el patrón de tenencia de la tierra: el 2 % de los terratenientes eran dueños del 72 % de la tierra cultivable.
El 27 de junio de 1954, o sea hace 57 años, el coronel Jacobo írbenz Guzmán renunció a la Presidencia de Guatemala para detener el derramamiento de sangre a consecuencia de la invasión extranjera.
En esa fecha, el Presidente dirigió un histórico discurso, mediante el cual denunció el bombardeo de que era objeto el país y el ametrallamiento de ciudades, inmolando a civiles indefensos, especialmente mujeres, niños y ancianos.