La punta del botín


hector-luna

Empiezo por aclarar el nombre de esta columna en donde me refiero al botín, pero no al tradicional que se llevan a su casa los funcionarios públicos y otros ladronotes que abundan en Guatemala, sino al botín que utilizan los jugadores de futbol, que también tiene semejanza con el otro tipo de botín, debido al «escándalo» que la Federación de Futbol denunció en un comunicado oficial en contra de tres jugadores que habían «amañado» partidos de ese deporte para ganar o perder, según fuera el caso y beneficiar a apostadores que me imagino lo hacían en grandes sumas para pagar Q100 mil a tres jugadores.

Héctor Luna Troccoli


Como siempre, aquí no hubo mayor escándalo, ni gritos destemplados, y ni siquiera una investigación seria y objetiva del Ministerio Público, pues estoy seguro que esos tres jugadores señalados no están solos. Allí deben existir miembros dirigenciales de equipos, de la propia federación y posiblemente de la Confederación deportiva autónoma de Guatemala. Sólo para que lo sepan y pueden corroborarlo en la Contraloría General de Cuentas, las instituciones que se llevan el primer lugar en los reparos por malos manejos hechos hoy y en el pasado son la CDAG, la Federación de Futbol y el IGSS. Eso cualquier ágil reportero de los que hoy, afortunadamente tenemos en buena cantidad, podría ir a la Contraloría o al Congreso y REVISAR los informes anuales (que la CGC presenta en mayo), que la primera, por mandato constitucional tiene que entregar al segundo, aunque después nadie los lea, particularmente los 158 «maravillosos» diputados que Dios, en su infinita bondad, nos ha otorgado.

En otros países por cosas mucho menores (como hacer apuestas), figuras mundialmente famosas,  íconos en su carrera, han sido sancionados; hasta con prisión o con medidas que  al menos en lo personal, me duelen, al comparar que en otro lado se traba a grandes figuras y aquí a mediocres figuras en nuestro mediocre futbol se les sanciona y no se investiga mucho más a fondo. En Estados Unidos, uno de los más grandes jugadores de beis de todos los tiempos, Roger Clemens, está siendo apaleado y con posibilidades incluso de ir a la cárcel por una falta que cometió, ya Pete Ross, otro grande del beis pagó su cuota por hacer apuestas (no por arreglar partidos). Vean pues, la diferencia.

Pongo lo anterior solamente como un ejemplo, pues mal de muchos consuelo de tontos y lo que sean otros países en lo bueno y en lo malo, es distinto a lo que nosotros somos.

Lo importante es que la Contraloría General de Cuentas y sobre todo el Ministerio Público, que empezaron con mucho entusiasmo para descubrir corruptos y maleantes, aparentemente se aflojaron con la mano dura y en estos momentos las dos mandamases de esas instituciones prefieren ver hacia otro lado, porque en este asunto del futbol lo ocurrido es sólo la punta del botín, ya que en el fondo hay mucho más y quedan preguntas importantes sin responder.

¿Quiénes eran los apostadores, jugadores y funcionarios deportivos que se beneficiaban con estos actos delincuenciales? ¿Cuáles son los delitos que se deben perseguir?  ¿Bastará una sanción administrativa para únicamente tres personas y los cómplices seguirán en el anonimato?

Si la Contraloría realizara una mejor labor, acompañada de la Fiscalía del Ministerio Público encontraría además de estos hechos, otros como el EXTRAORDINARIO número de «dirigentes viajeros», con suculentos viáticos y a lugares exóticos con gastos pagados por la FEDEFUTBOL y la CDAG; muchos parientes de esos dirigentes allí «trabajan» o al menos cobran su cheque mensual; se «justifican» gastos por entrega de uniformes, equipos deportivos, remodelación y construcción de canchas mediante simples y fácilmente conseguibles facturas de empresas de fachada como las miles que existen en el país, si sólo un bufete tenía 153 dirigidas por un conserje; dietas por sesiones y supuestas actividades en el interior que realizan estos dirigentes, etcétera.

Con futbolistas corruptos y dirigentes aún peor ¿cómo quieren que sobresalgamos en esa materia? Afortunadamente hemos podido lograr triunfos en atletismo y en la Sub-20, gracias al esfuerzo de estos jóvenes chapines en su mayoría, que sólo anteponen su amor a Guatemala y sin apoyo alguno o con un apoyo mínimo, entrenan, trabajan como cualquiera o más, viven modestamente, tienen la fabulosa dieta de tortillas y frijoles, pero allí están, dándonos escasas pero gratificantes satisfacciones.

Soy enemigo de las intervenciones porque son pretextos para crear dictadores que tendrán menos controles y robarán más, pero ya el deporte ha sido intervenido, por cierto con no muy buenos resultados, pero si se busca una persona (que con optimismo pienso que debe existir en Guatemala), que tenga honestidad, honradez, valor y que conozca lo que está haciendo para que TODOS los deportes sean beneficiados, mano dura podría intervenir a las entidades shucas y corruptas. Fuera de que espero que las señoras Paz y Paz y Segura, cumplan con su papel, pues si tienen agallas, el corromper al deporte es un crimen de lesa patria y basta ya de que los mafiosos se enriquezcan con ello, incluso en detrimento de los deportistas honestos, que son la mayoría y que buscan poner el nombre de nuestro país en pedestales que lo distingan ya no por ser el más malo en todo.

LA EUROCOPA. Hablando de fut, he podido gozar parcialmente la Eurocopa y aunque sentimentalmente quisiera que Italia fuera el campeón, mi lógica me indica que estará entre España y Alemania.