La propaganda negra: ¿a quién se dirige? (II)


Los mercaderes de la propaganda negra han iniciado sus actividades en Guatemala. Con el manto del secreto y ocultos en oficinas, empiezan a enviar correos electrónicos con base a mentiras. Su presencia se encuentra vinculada a las acciones del terrorismo internacional pues con su tradicional estilo arrogante, agravian y desprestigian con el propósito de intimidar a la población para disuadirla de que deben modificar su voto.

Carlos Cáceres

La propaganda negra en Guatemala se presenta como un encadenamiento de actos para desacreditar a una candidata o candidato presidencial. Su orientación estratégica se ubica cuando, por medio de la manipulación, tratan de lograr cambios en las opiniones de diferentes grupos sociales. Este aspecto se encuentra inmerso en el terror psicológico porque pretenden romper lo valores de esos sectores. Para lograrlo, buscan en el fondo de la irracionalidad que pregona la discriminación e inventan mentiras para desacreditar a mujeres y hombres en acciones de lucha social y polí­tica. Estos son hechos de violencia psicológica -utilizada en el terrorismo- porque pretenden crear temor en la población en forma premeditada. Se presentan en textos en Internet de carácter amigable, pero su esencia es destruir la esencia de un pensamiento polí­tico.

La propaganda negra es una actividad donde se ha pagado con millones de dólares a quienes la impulsan. Su desarrollo tiene como base la planificación racional. Nada se deja al azar. Para ellos mentir es el inicial recurso pues sólo de esa manera puede lograrse la influencia -directa o indirecta- en comportamientos. Su objetivo es anular una idea positiva de la personalidad de un candidato o candidata y convertirla en imagen negativa.

Quienes dirigen hoy la propaganda negra en Guatemala -se presentan con la cobardí­a del anonimato- ajustan su táctica de manipulación para atacar al Ing. ílvaro Colom, el candidato más fuerte -según encuestas de diferentes medios guatemaltecos de comunicación- con el afán de bajar la actual tendencia electoral que lo favorece. Los correos electrónicos diseminan información para vincularlo con posiciones extremistas. Se trata de ocultar la presencia de un pensamiento rural y democrático y se atenta contra sus derechos que como ciudadano le otorgan las leyes del paí­s y convenios internacionales. La propaganda negra también se dirige contra la organización polí­tica del Ing. Colom para contagiar a los colaboradores y militantes con la duda y desconfianza.

Para enfrentar las implicaciones de la propaganda negra, es conveniente que ninguna persona crea de inmediato cualquier texto desprestigiando a un candidato o candidata. La propaganda negra persigue que hombres y mujeres divulguen el contenido de sus expresiones sin meditar. Hombres y mujeres no deben divulgar hechos que no les consten. El rumor (o la bola guatemalteca) debe anularse por su falta de credibilidad. Ciudadanos y ciudadanas no deben trasladar información sin comprobar su veracidad pues coadyuvan en el propósito de influir en los electores para lograr cambios en su tendencia electoral y beneficiar a quien se esconde y, además, manipulan la propaganda.

La propaganda negra también es utilizada por candidatos sin escrúpulos. Investigan la vida privada de cualquier opositor para impulsar comentarios (la mayorí­a falsos) y afectar la honorabilidad de hombres y mujeres. Utilizan este recurso cuando las tendencias electorales los ubicn en una posición baja para ganar una elección o tratan de desviar la atención pública de acciones que puedan afectarlos.

La información debe ser confiable. En este aspecto los diferentes medios de comunicación juegan un relevante papel pues no deben reproducir información sin destacar la veracidad y fuente de la misma. No es ético dar a conocer artí­culos o notas relativos a aspectos no confirmados de la vida social o familiar de algún candidato, rumores de su renuncia, datos que se atribuyen a familiares de familiares, secretarias de funcionarios o amigos de amigos, etcétera, con base a supuestas filtraciones. La profesión de un periodista se encuentra en la expresión verdadera de los hechos.

En la propaganda negra se incluyen las encuestas de opinión, realizadas con «objetividad» y criterio «cientí­fico», pero se encuentran estrechamente vinculadas a los intereses o al pago de quien haya solicitado aplicar la encuesta. En la gran mayorí­a de casos las desarrollan personas conocidas por su falta de honorabilidad -lo cual excluye a empresas de reconocido prestigio-quienes se lanzan a inventar resultados (derrota electoral, renuncias, etcétera).

Cualquier candidato puede perder por errores en su campaña, inadecuado asesoramiento o tener un plan de gobierno sin sustentación real desde el punto de vista polí­tico y socioeconómico; sin embargo, un ataque con gran difusión de algún hecho falso, puede influir en la decisión de hombres y mujeres para cambiar su voto o no presentarse a las urnas. Ningún guatemalteco o guatemalteca debe difundir ideas llenas de falsedad impulsadas por los mercenarios de la información, es decir, quienes sustentan argumentos con base a la propaganda negra.