La Presidenta del Banguat y la recesión


Esta semana critiqué las declaraciones atribuidas a la presidenta del Banco de Guatemala, licenciada Marí­a Antonieta de Bonilla, en el sentido de que Guatemala no sufrirí­a severos efectos de una posible recesión en Estados Unidos. El mismo dí­a de la publicación me llamó la funcionaria para explicarme que nunca dijo lo que le atribuyó el titular de una información y ayer vino junto al vicepresidente del banco, licenciado Julio Suárez, para conversar sobre el tema.

Oscar Clemente Marroquí­n
ocmarroq@lahora.com.gt

Lo que la licenciada de Bonilla dijo a los periodistas fue que no podí­an aún hacer ninguna corrección a las estimaciones que se hicieron a finales del año pasado porque las variables internas no habí­an sufrido cambios y que en cuanto a las proyecciones de la economí­a mundial, estaban a la espera de un nuevo informe en el que el Fondo Monetario Internacional harí­a sus estimaciones. En realidad, cuando uno observa las condiciones macroeconómicas de nuestro paí­s tiene que aceptar que existe estabilidad y localmente no hay señales de turbulencia, por lo que es crucial tomar en cuenta las condiciones externas porque las mismas obviamente tendrán impacto en nuestro medio.

El FMI, en su informe de esta semana, estima que el crecimiento de la economí­a mundial será de 4.1 por ciento, 0.7 por ciento por debajo de lo que habí­an estimado en octubre. Para América Latina y el Caribe, el fondo estima que el crecimiento de la economí­a será de 4.3, luego de haber tenido un crecimiento de 5.4 el año pasado.

Es aún imposible medir el impacto que tendrán las medidas de la reserva federal de los Estados Unidos al reducir en pocos dí­as su tasa de interés en forma récord en 1.25% y las consecuencias del paquete de programas impulsado por el gobierno de Bush que inyectará recursos en la economí­a, con el ánimo de evitar la recesión, por la ví­a de la devolución de impuestos. Por supuesto que ello tendrá un efecto inflacionario que afectará a la economí­a mundial, pero no se puede descartar que se produzcan al mismo tiempo una aguda recesión y una fuerte inflación.

Lo que la licenciada de Bonilla sostiene es que Guatemala ha reducido su nivel de dependencia respecto a Estados Unidos porque mientras en el año 2000 nuestras exportaciones iban en un 55.7% al mercado norteamericano, en el año pasado ese porcentaje se redujo al 42.6, lo cual no es resultado de una merma de las exportaciones a Estados Unidos, sino de un crecimiento del comercio con otras regiones del mundo. Le vendemos más ahora a Centro América, a la Unión Europea y al resto del mundo, de lo que les vendí­amos hace siete años. Por supuesto que en el caso regional, si la crisis norteamericana es mayor, esos paí­ses tendrán un importante freno en su crecimiento y su comercio con nosotros también se resentirá.

En todo caso, la licenciada de Bonilla dice que nunca dijo que estemos vacunados contra los efectos de la recesión que puede darse en Estados Unidos pues la crisis económica serí­a mundial. Pero que sí­ tenemos condiciones internas que pueden aliviar el impacto y entre ellas destaca el alto nivel de reservas internacionales y la diversificación de nuestro comercio exterior.