Dinero a manos llenas parecía ser la frase más escuchada en la Presidencia del Congreso, ya que la «autoridad superior», representada en Eduardo Meyer, ejecutó, en menos de seis meses, el 100% del presupuesto asignado para contratación de personal y el 98% de la partida asignada para reparación de vehículos, según un estudio realizado por la diputada Nineth Montenegro.
lahora@lahora.com.gt
Según la diputada, quien basó el estudio en información contenida en el informe cuatrimestral más reciente del Congreso, si bien es cierto que Eduardo Meyer se retiró por dos meses, antes se gastó casi Q 4 millones en personal asignado al renglón 022, régimen en el que permanecen la mayoría de sus asesores y personal cercano y que resulta mucho más favorable, porque incluye bonificaciones y beneficios adicionales.
Al mismo tiempo, Meyer erogó casi Q60 mil en el renglón de mantenimiento y reparación de medios de transporte, situación que para la parlamentaria es objeto de duda, al tomar en cuenta que no puede gastarse tanto en los vehículos del Congreso.
La diputada, quien no perdió la oportunidad de quejarse por sus limitaciones de espacio físico a diferencia de otros congresistas que «gozan de espacios verdaderamente lujosos», criticó que se hayan asignado Q3.3 millones para Auditoría Interna y el personal encargado no haya sido capaz de detectar el desvío de Q82 millones de los fondos privativos del Congreso.
La reputación de las personas de confianza del diputado Eduardo Meyer continúa en entredicho. Hoy se conoció que Carlos Boj, encargado de la unidad de Inventarios del Congreso, es señalado de apropiarse indebidamente de computadoras y celulares de los diputados.
La forma de operar de Boj es, en apariencia, avalada por los mecanismos internos del Congreso, ya que, cuando se reportan fallas en el equipo de cómputo, éste las retira y con impunidad las extrae. De forma similar, cada vez que los parlamentarios cambian de modelo de celular, Boj los recibe y les da de baja en el sistema. Esta es una práctica que tiene muchos años, porque el encargado de inventarios tiene más de cuatro años de trabajar para ese organismo y hasta la fecha se ignora el paradero de las computadoras, celulares, televisores, microondas y toda clase de equipo de oficina que ha extraído del lugar.
Raúl Romero, director de Modernización y ex candidato a alcalde de Guatemala por el partido Casa, también tiene en su haber una denuncia por intento de violación en contra de una mujer, planteada hace algunos años. Su personalidad no ha cambiado mucho, pues este año fue señalado de acoso sexual por una trabajadora del Congreso, quien hizo del conocimiento de esta situación al Sindicato de Trabajadores, Sintracor, en donde prefirió que no se levantara un acta, sino solo solicitó su traslado.
El hijo de la diputada, Sonia Segura, quien trabaja activamente en la formación de un nuevo partido político, es uno de los que se aferra al cargo en el que lo nombró Eduardo Meyer.