La prensa, el cuarto rival


El entrenador de Brasil Dunga (R) da instrucciones a Kaká (C) y Luis Fabiano en la práctica en Randburg High School. AFP PHOTO ANTONIO Scorza

El técnico de la selección de Brasil, Dunga, optó por aislarse y blindar a su plantel en nombre de una concentración absoluta para buscar el sexto tí­tulo mundial en Sudáfrica, aunque así­ inventó un nuevo rival: la prensa.


Desde que asumió en julio de 2006, la relación entre Dunga y la prensa ha sido tensa, pues el DT no aceptó con agrado muchas crí­ticas duras, si bien sus resultados son positivos tras ganar la Copa América 2007, la Confederaciones de 2009 y clasificar como lí­der de las eliminatorias sudamericanas.

El capitán del equipo campeón del mundo en 1994, señaló el 3 de junio ante la prensa, que «para nosotros es normal, pero injusto, que nuestro equipo tenga que ganar el próximo torneo, pues seguramente aquí­ (en Sudáfrica) tenemos unos 300 periodistas de Brasil que están esperando que no ganemos y así­ decir que tení­an razón, que (el DT) tuvo mucha fortuna en la Copa América y la Confederaciones».

Tras muchos altercados y esa nueva provocación, la gota que desbordó el vaso fueron los cambios sorpresivos y prácticas a puertas cerradas en Sudáfrica.

Este domingo, a dos dí­as del debut ante Corea del Norte, por el Grupo G (que completan Portugal y Costa de Marfil), Dunga decidió por tercera vez y de último momento jugar «a las escondidas» en Johannesburgo con una práctica secreta. Eso dejó furiosos a muchos reporteros, principalmente brasileños.

Luis Prósperi, del Jornal da Tarde de Sí£o Paulo, declaró a la AFP que «hay casi 400 periodistas siguiendo a Brasil y Dunga decidió crear una pelea innecesaria al cerrar de última hora las prácticas del sábado y domingo….eso es algo que no lleva a nada».

Para Prósperi «es difí­cil saber qué piensa Dunga, tendrá sus motivos, tal vez para preservar a su equipo, pero no entiende que esa no es una tradición de Brasil. Eligió a la prensa como principal rival, no a Corea del Norte, Portugal o Costa de Marfil».

«Desde sus primeras entrevistas antes del Mundial dice que los periodistas están contra la selección. Es absurdo. Eso lo está diseminando a los jugadores, poniendo a la prensa como gran culpable, villana y rival de Brasil, cuando nunca fue así­», dijo.

Muchos opinan que Dunga tiene «rencor» por haber sido el principal culpado en la temprana eliminación del Mundial-1990 y recuerdan que al ganar el de 1994 lo dedicó con saña a la prensa.

Para Ari Ferreira, fótografo del diario deportivo Lance!, «Dunga debe tener problemas con la prensa, no sé si es con alguna persona o con todo el mundo, pero los tiene».

«Es muy complicado trabajar en prácticas cerradas, no hay cómo hacer imágenes y cuando hay entrenamiento abierto se pueden hacer pocas imágenes. Por ejemplo, si practican definiciones lo hacen del lado contrario al nuestro», señaló. «Con esto no se gana partidos», resaltó.

A su vez, Eduardo Nicolau, fotógrafo de O Estado de Sí£o Paulo, dijo que «tenemos grandes problemas, no podemos programar para cubrir otras cosas, nos perjudica el dí­a a dí­a. No creo que sea un beneficio. Es el primer técnico en cerrar totalmente prácticas de Brasil en una Copa».

«Esto nunca fue sinónimo de éxito y calidad. Es un arma peligrosa, pues si Brasil no gana (ante Corea) los problemas van a empeorar», acotó.

Su compañero, el reportero Silvio Barsetti, dijo que «ésta es una medida inédita de la Seleí§ao, Dunga dificulta el trabajo de la prensa y cree que así­ el suyo será exitoso. Las cinco veces que Brasil fue campeón del mundo siempre hubo relación libre con la prensa».

Por su lado, Marcos Paulo Lima, del Correio Braziliense, la táctica de Dunga «aumenta los riesgos de especulación».

«Es un derecho de Dunga esconder su juego, quiero creer que no tiene nada en contra, pero eso de que la prensa está en su contra muestra algo de rabia o rencor», añadió.

Eugenio Moreiro (Estado de Minas) opinó que «la relación de Dunga con la prensa siempre fue conflictiva, desde que asumió no entendió bien las crí­ticas y siempre ha procurado provocar a los periodistas».