En los últimos años, derivado de la crisis por los precios altos del petróleo y la confirmación de daño ocasionado al medio ambiente por su uso masivo, se han iniciado en muchos países diferentes proyectos de búsqueda de energías renovables alternativas. Guatemala no ha sido la excepción, y ya tenemos proyectos de producción de etanol a partir de las cosechas de caña de azúcar, en unión con otros países. El gobierno de Berger también le ha dado impulso, con algunos tropiezos, a una ley que busque la forma de producir energías renovables y firmó un acuerdo con México para que llegue a nuestro país energía producida por la hidroeléctrica del Usumacinta, aunque no ha podido concretar proyectos de hidroeléctricas dentro de Guatemala. Ahora, ílvaro Colom analiza la posibilidad de adherirse a Petrocaribe y crear una empresa petrolera estatal. Si es en beneficio del país, para conseguir energía más barata, hay que darle impulso a ese proyecto, pero que no signifique ningún tipo de adhesión y sumisión a proyectos políticos impulsados en Sudamérica.