De una u otra forma, los funcionarios encargados del Ministerio de Gobernación eluden la responsabilidad de mantener a la Policí­a Nacional Civil en condiciones (materiales y humanas) para desarrollar un buen servicio a la población.

La seguridad del paí­s, es decir, la seguridad de la población habitante de Guatemala es un factor primordial en el desarrollo de las actividades del Estado, pero… al Estado mismo no le ha interesado la solución de dicho problema porque ha nombrado en los cargos importantes a personas que no tuvieron relación alguna con el aspecto de seguridad civil, que ni siquiera fueron policí­as y que no tienen ni la menor idea de lo que significa SEGURIDAD.
    En el Ministerio de Gobernación, son muy pocas las personas conocedoras del tema de seguridad; puedo atreverme a decir que la mayorí­a de funcionarios y empleados desempeñan sus labores “por inercia” sin el conocimiento profesional de lo que están haciendo; pero que fueron nombrados como parte del cí­rculo de amigos de los diferentes ministros que ejercieron el cargo; lo cual hace que la situación real de planificación y estructura policial, migratoria y penitenciaria sea caduca, inoperante y fuente de corrupción por parte de sus integrantes y dirigentes. En un esfuerzo ciudadano, valdrí­a la pena que el candidato ganador de la elección presidencial, invitara a las personas que trabajaron en el área de seguridad del Ministerio de Gobernación para que aporten ideas fundamentales y sobre todo reales de su experiencia, de la situación de criminalidad imperante en el paí­s a efecto de soporte para los planes futuros a implementar, personas que de verdad conozcan del ambiente de seguridad nacional.
    La Policí­a Nacional Civil NO debe estar integrada con personal militar; su nombre lo dice, es de carácter civil, lo cual implica un verdadero abismo entre los procedimientos operativos, fines, objetivos y lineamientos que utiliza el Ejército para el desarrollo de sus actividades. Lo que en mi criterio puede hacerse con dicha institución es: DISCIPLINARLA, es decir, que se termine el gorjeo permanente de sus integrantes y se exija rendimiento, capacidad y resultados; lo anterior bajo la supervisión de verdaderos Comisarios y subcomisarios con verdaderos estudios policiales. Priorizar la investigación como aspecto fundamental del proceso jurí­dico, elevar el grado cultural de los investigadores utilizando para el efecto el concurso de profesionales de diversas disciplinas; porque hasta el momento, la formación policial e investigativa del personal es muy deficiente y precaria.
    Y… por supuesto, tratar de elevar el salario que devengan a una categorí­a de dignidad en relación a sus necesidades vitales y familiares; lo cual si puede hacerse, al existir la voluntad y comprensión de quienes dirijan el Ministerio de Gobernación a partir del 14 a las 14. Estoy seguro, que ante una invitación de esa naturaleza, muchas personas contribuirí­an de forma directa o indirecta. La seguridad de la población lo demanda.