Alejandro Maldonado es Secretario Ejecutivo de la Conred. Hace 5 meses está al frente de dicha institución, mismo cargo que ocupó de 2000 a 2004. Es ingeniero civil especializado en el tema de riesgo y desastres.
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Dice: «Si la montaña no viene a Conred; Conred irá a la montaña. Es un esfuerzo de todo el gobierno, no solo de Conred. A los que no lleguen con nosotros los vamos a ir a buscar para darles esa información, esa participación».
Pregunta: ¿Ha evolucionado la cultura de reducción en desastres entre la población?
Respuesta: Yo diría que sí. Ha ido cambiando. Yo creo que año con año se va platicando más del tema, se está tomando más conciencia de lo que se tiene que trabajar en la reducción de desastres y, sobre todo, que cada año hay más participación de la población en esta temática.
P/ ¿Cómo ha cambiado esa participación?
R/ Simplemente el hecho de que ya las propias personas antes de que ocurra el desastre avisen que ya miran signos o señales de peligro, ya es algo extremadamente positivo. Desafortunadamente no siempre se les ha escuchado; por ejemplo la gente del barrio San Antonio tenía tiempo de estar avisándoles a las autoridades que sentían que algo podía suceder en el lugar. Por otro lado, en las últimas dos semanas tenemos una muestra clara, hay 440 personas evacuadas. Eso indica qué tanto hemos adelantado en Guatemala en esa temática. Nos falta muchísimo trabajo por recorrer, pero si se dan cuenta nos afectaron dos eventos fuertes, Alma y Arthur y no tenemos más que una persona fallecida y un herido. De todas maneras, para mí una persona ya es demasiado, pero para los números que se han dado en el pasado, estamos bien. Desafortunadamente estamos en principio de la temporada y puede ser que estos números evolucionen o empeoren.
P/ ¿Qué debe cambiar en el país para minimizar la vulnerabilidad ante los desastres?
R/ Como siempre, tenemos un gran camino por recorrer. Yo creo que estamos en el inicio de la verdadera gestión de riesgos que empieza en Guatemala; primero, que la gente se dé cuenta que tenemos un problema; segundo, que reconozcan que no existe tal cosa como los desastres naturales. Los desastres siempre son el resultado de la actividad humana. Que cada persona reconozca su propio papel y responsabilidad dentro del sistema de gestión de riesgos, porque desafortunadamente todavía existe la creencia de que tiene que ser el Gobierno el que va a venir a salvarnos y rescatarnos y milagrosamente hacer que las cosas mejoren de la noche a la mañana. Es un esfuerzo monumental, porque Guatemala ha venido construyendo riesgo desde el inicio de su historia. Cada cosa que hasta ahora no ha considerado la gestión de riesgos, lo que ha hecho es aumentar ese riesgo. Que reconozcamos cada uno de nosotros nuestra propia responsabilidad a cualquier nivel: ya sea el alcalde, el gobernador o el padre de familia, tienen que jugar un papel importante para reducir ese riesgo a nivel nacional.
P/ ¿Hay más o menos riesgos de desastres naturales, 10 años después del huracán Mitch?
R/ Hay más riesgo. Cada vez que tenemos construcciones en lugares de alto riesgo, se está aumentado; si en una vivienda donde antes vivían cinco personas en riesgo ahora hay 8 ó 10 miembros de la familia viviendo, hemos aumentando el riesgo. Hay lugares en el territorio nacional que han recibido recursos por su actividad económica, por remesas o por otras circunstancias y han construido con block, con hierro, con cemento; pero 4 ó 6 niveles con una tecnología que es adecuada para dos niveles, entonces allí estamos generando más riesgo. No se trata de leyes, de que nos obliguen a hacer las cosas bien hechas. Se trata que nosotros como ciudadanos reconozcamos que tenemos esa responsabilidad. No es que no exista la tecnología, que no existan los criterios, sino que voluntariamente escogemos generar riesgo
P/¿Qué riesgos?
R/ Un tema que nos preocupa mucho son los asentamientos. Ahora hay un movimiento que está manifestando para que les legalicen su terreno en los asentamientos, yo diría que debería existir previo un proceso de evaluación de riesgo y que únicamente se legalicen aquellos terrenos o aquellas propiedades que no representan riesgo para las personas que van a vivir allí. Todos sabemos que las personas tienen derecho a vivir con dignidad, pero no vemos que sea adecuado exponer la vida, es un precio demasiado alto para pagar para tener un pedacito de tierra propia.
P/ ¿Debe ser con un código de construcción?
R/ En Guatemala no hay códigos de construcción. No existe en ninguna municipalidad un código de construcción. Podríamos implementar uno, pero va a ser como muchas otras leyes en Guatemala que va a costar que la gente lo implemente. Lo paradójico es que si yo tengo dinero y voy a construir un edificio de veinte pisos, aunque no haya código de construcción voy a asegurarme que mis ingenieros me cumplan con los códigos de California o los códigos europeos o los códigos japoneses, pero que me lo hagan bien hecho. El problema que nosotros tenemos, es la población que no tiene el recurso económico para contratar un ingeniero o un maestro de obra que le puede garantizar que se cumple con un código de construcción. Que las personas asuman esa responsabilidad y digan no, yo voy a proteger a mi familia, me voy a informar. Hay una serie de recursos que tienen a su disposición pero desafortunadamente no se ha difundido la información. En el Intecap, por ejemplo, dan cursos para la construcción de la vivienda de bambú. Otra cosa es la batalla constante de ganar terreno, porque lo que estamos haciendo es yendo a construir en una zona inundable o sujeta a deslizamientos o derrumbes.
P/ ¿Qué ha cambiado en la Conred para minimizar la reducción de desastres?
R/ Hemos hecho un esfuerzo por tecnificar y profesionalizar el tema en Guatemala, es decir, no manejarlo de forma empírica. Cuando se es metódico y sistemático las cosas tienden a mejorar. Imaginemos que aceptamos que hay un problema con la construcción de adobe, pero si Conred no es proactiva en proponer soluciones, no va a mejorar el sistema aquí en Guatemala. Nosotros necesitamos impulsar lo que la ley ordena, que es la investigación técnica-científica que es la base. Si ya tenemos condiciones peligrosas, debemos diagnosticar e identificar cuál es el problema y dónde nos puede surgir el próximo derrumbe, deslizamiento o inundación; es identificar las áreas más vulnerables. Un ejemplo es que por primera vez en la historia de Guatemala, estamos distribuyendo mapas específicos de riesgo para inundaciones y deslizamientos. Cuando digo mapas específicos, se puede ver el punto exacto, punto por punto, no pintado todo el mapa de rojo. Se están entregando a los gobernadores. Otra muestra es que también se están haciendo encuentros regionales en donde participan todos los gobernadores y alcaldes de Guatemala, ahí se les está dando la información y los mapas de diagnóstico para que tomen la decisión y lleguen a Conred y digan: «este lugar es peligroso». El alcalde puede asumir su responsabilidad y decir a la gente «allí no vayan a construir porque hay riesgo de inundación o deslizamiento».
P/ ¿Ha tenido fallos la Conred al responder a la población en casos de desastres?
R/ Nada en esta vida es perfecto, sin embargo nosotros estamos satisfechos de la manera como se han manejado los desastres en esta administración. Aquí el tema no es tanto el cómo lo mira Conred, creo que es importante cómo lo mira la población; desafortunadamente la población en general tiene la idea equivocada de cuál es el trabajo de Conred. Estábamos escuchando los comentarios de algunas personas y decían «pero Conred no viene, Conred no responde». La verdad es que su nombre propio lo indica, somos una coordinadora y como coordinadora nuestro trabajo debe ser invisible; la mejor respuesta y el mejor trabajo de Conred es cuando nadie nos mira y nadie ni siquiera se entera que Conred participó. No es hacer lo que le compete a los bomberos, la Policía, el Ejército, al Ministerio de Agricultura, al Ministerio de Comunicaciones… Imagínese de que tamaño tendría que ser Conred: maquinaria, salud, hospitales, medicinas, alimentos. Es imposible, tendríamos que tener un Estado paralelo, esperando sólo a que se dé un desastre. En ninguna parte del mundo funciona de esa manera el tema del manejo de los desastres. En un medio escrito salió la crítica de que Conred estaba tan mal, que dependíamos de que otras instituciones trabajaban, ellos lo tomaron al revés. Tienen que participar todas las instituciones en lo que les compete; cuando eso se da entonces hay un buen manejo de una emergencia o un desastre. El ejemplo de Palín, Conred se vio poco porque allí trabajó la coordinadora municipal con la coordinadora departamental y se dieron las etapas de lo que yo le llamo «libro de texto», porque primero fue el rescate por parte de los bomberos y se miraba en la televisión trabajando y haciendo su primera respuesta, evacuando a la población, y la coordinadora municipal habilitó los albergues y se atendió a la gente, incluso los propios vecinos colaboraron dando comida para las personas que estaban en el albergue. Mire, fue un ejemplo tremendo de un buen manejo de solidaridad y el resultado está que solo tuvimos que lamentar la pérdida de una vida, para un evento de proporciones enormes, porque allí tenemos 44 viviendas dañadas o destruidas y 68 viviendas en riesgo.
P/ ¿Cómo viene corrigiendo los fallos su administración?
R/ Hemos empezado a tratar de capacitar y de preparar a todo nivel, y uno de los ejemplos más claros lo pudieron ver aquí, que vino el Vicepresidente, el Presidente, los ministros, aquí a Corred, y les dimos una presentación de cómo está diseñado el sistema, cuál es el papel y la responsabilidad que le compete a cada uno de ellos para que el sistema funcione y podamos por un lado prevenir y mitigar. De hecho este año ya hubiéramos tenido una gran cantidad de desastres si no hubiese sido por el trabajo de prevención y de mitigación que se ha realizado, porque ya el sistema de alerta temprana del río Coyolate se disparó, nos tiró señales de niveles que si no se hubiera trabajado en prevención de bordas nos hubiera generado inundaciones. Otro ejemplo es el puente Castillo Armas, donde se está trabajando constantemente en prevención, porque si no los lajares y los flujos de cemento ya se hubieran llevado ese puente hace muchísimo tiempo. Allí está, está funcionando y primero Dios va estar un buen tiempo más, porque ya se ha logrado integrar ese sistema.
P/ ¿Qué es un sistema integrado de manejo de emergencias?
R/ Esa es mi pregunta favorita. Es una filosofía, es una metodología, son los principios que guían y orientan nuestro trabajo. Básicamente tiene cuatro principios: primero debemos trabajar con un sistema multiamenazas, porque antes se trabajaba haciendo un plan para inundaciones, otros hacían un plan par deslizamientos y otros un plan para terremotos. Si es importante tener planes específicos para cada evento, el sistema tiene que funcionar independientemente si es una inundación, un terremoto, si es un meteorito que nos cae del espacio, no importa, el sistema tiene que tener la flexibilidad suficiente para manejar cualquier tipo de evento. Segundo principio, el de todas las comunidades que tienen que formar el mismo sistema, no se puede tener trabajando una comunidad con un sistema y a otra con otro sistema. Ninguna comunidad por grande que sea en el país, es totalmente capaz de manejar todos sus desastres. Va a necesitar el apoyo de otras comunidades o del apoyo de la nación completa; necesitamos que todos hablemos el mismo idioma y todos trabajemos bajo el mismo sistema. El tercer principio es el de todos los recursos, diseñado para que participen todos los recursos, no solo todo el sistema de gobierno sino también la iniciativa privada, la comunidad internacional, las ONG, incluyendo los medios de comunicación, porque la información que se transmite a la población pude salvar vidas igual que una borda o una evacuación. El último principio, talvez es fundamental y que no se ha trabajado como debe ser aquí en Guatemala, es que tenemos que trabajar no solo la respuesta sino que el mismo sistema sin cambiarle nada, tiene que trabajar en preparación, en mitigación, en respuesta y después en recuperación.
P/ ¿Cómo funciona un plan institucional de respuesta y un plan nacional de respuesta?
R/ Básicamente son lo mismo, la diferencia es el ámbito de cobertura. El plan institucional de respuesta organiza los recursos de la institución, cómo van a trabajar en este sistema integrado de manejo de emergencias, por ejemplo un área de comunicación social, cuál es su papel que le compete institucionalmente. El Plan Nacional de Respuesta lo que hace es que organiza todos los recursos a nivel nacional. Qué papel le toca jugar a cada institución a la hora de la respuesta, a la hora de recuperación, establece 15 funciones de soporte específicas; por ejemplo, energía, obras públicas e ingeniería, salud y otras. Qué institución va a ser líder y a trabajar en todas las etapas, eso se logra con reuniones diarias y cuando toque dar respuesta ya se conocen y saben que puede hacer cada uno lo que facilita la coordinación. Se establecen ciertas herramientas y apoyo como es el centro de operaciones de emergencia, que es un centro de comando y control estratégico que reúne información para tomar decisiones y establecer políticas globales
P/ ¿Qué es y cómo funciona una Coordinadora Municipal, Comred?
R/ El presidente es el alcalde y se organiza previamente a un desastre, identificando cuáles son los recursos a nivel local que están disponibles para este sistema integrado del manejo de emergencias.
P/ ¿Qué es y cómo enlaza una Coordinadora Departamental, Codred?
R/ El presidente es el gobernador, y se organiza previamente a un desastre, identificando cuáles son los recursos a nivel departamental que están disponibles para este sistema integrado del manejo de emergencias.
P/ ¿Qué es y cómo adapta la Conred «El Proyecto Esfera», en la geografía y lo social que caracteriza al país?
R/ Es la carta humanitaria o normas mínimas para la asistencia humanitaria. Se usa actualmente por más de 400 instituciones en más de 80 países en el mundo y es avalado por las Naciones Unidas. Divide en áreas todo el tema de asistencia humanitaria. Por ejemplo establecen que la ración humanitaria de comida debe ser de 2 mil 100 calorías por persona por día, entonces nosotros tenemos diseñadas las raciones de comida que proporcionamos en base a esos requerimientos internacionales.