La perversión de la democracia


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La noticia publicada recientemente por un periódico local acerca del sobreprecio hasta por tres veces más que su valor de mercado pagado a una empresa comercial con motivo de la adquisición de 10 mil 761 resmas de papel para la elaboración de las papeletas utilizadas en las pasadas elecciones generales de Guatemala, causó una profunda indignación entre la ciudadaní­a. Se trata, sin duda, de un acto de despilfarro en el marco de la perversión de la democracia.

Félix Loarca Guzmán

 


En efecto, en su edición del pasado 29 de noviembre, el diario Prensa Libre de la capital guatemalteca, tituló: Triplicaron  precio de papel en el TSE.  Sobrevaloración fue de Q 10.5 millones.  Magistrados argumentan que existí­a riesgo para comicios.

El cuerpo de la nota periodí­stica firmada por el periodista Manuel Hernández, revela que una cotización hecha el dí­a anterior por ese matutino, demostró que los precios son más bajos a los que la empresa vendió el papel al Tribunal Supremo Electoral, TSE.

La información señala que la empresa Papeles Comerciales S.A. suministró al Tribunal Supremo Electoral, TSE, la resma de papel blanco de 26 por 24 pulgadas de 75 gramos a mil 150 quetzales.  Sin embargo, la cotización para ese periódico por la misma firma vendedora el 28 de noviembre pasado, evidencia que la resma de ese papel con iguales caracterí­sticas, costaba 265 quetzales con 94 centavos, lo cual significa que el órgano electoral pagó más de trescientos por ciento del precio de mercado.

Aparentemente el origen del problema fue la falta de una adecuada planificación del proceso electoral, lo que causó atrasos en la adquisición del papel.

Este desafortunado incidente ha impactado sensiblemente a la población en general, pues la sobrevaloración ascendió a más de 10 millones de quetzales, mientras los hospitales han estado afrontando serias crisis financieras poniendo en riesgo la atención a los enfermos.

Asimismo, constantemente los medios de comunicación han estado informando sobre las fuertes carencias que existen en las escuelas públicas por las limitaciones de las asignaciones presupuestales.  No solo se trata del hacinamiento de los niños, sino del mal estado del techo de los edificios escolares, la falta de pupitres y demás materiales para una acción adecuada en el proceso de enseñanza aprendizaje.

Igualmente, los guatemaltecos hemos tenido que enfrentar graves problemas por el mal estado de las carreteras, cuya reparación no se agiliza por la escasez de fondos.  Entre el pueblo existe malestar, pues mientras en el Tribunal Electoral hay un escandaloso despilfarro, en los servicios de educación, salud pública e infraestructura vial se afrontan serias dificultades por la carencia de fondos.