Es triste que nuestro país siga creciendo en asesinatos, extorsiones y todo lo que encierra el crimen organizado. Sujetos que andan haciendo de las suyas ante «el jaque mate» que han impuesto a las autoridades encargadas de proteger al ciudadano, dejando miles de hogares guatemaltecos en orfandad y viudez.
madrigalyusuf@yahoo.com
Los guatemaltecos ya no soportamos la crecida violencia que continuamente se da en todo el país. Ahora hasta de casa en casa andan pidiendo impuesto amenazando a las familias. Este mal, que poco a poco se ha venido metiendo en la sociedad guatemalteca, asesinando personas de diferente índole sin tener la menor piedad, debe de tener un control para que los ciudadanos volvamos a vivir tranquilamente.
Hicimos muchas consultas con guatemaltecos de diferentes extractos sociales, y en nuestro trabajo de campo -que nos llevó casi un mes-, llegamos a esta conclusión: lo único que se podría hacer es aplicar la pena de muerte, que hoy es a través de la inyección letal y que no generara más violencia como lo pensamos hace algunos años.
De verdad que es triste que casi todas las personas al encontrarse ante un callejón sin salida opten por pedir un castigo, como es la pena de muerte. Nosotros por mucho tiempo fuimos partidarios que no se debía de aplicar, pero al ver tanta saña ante víctimas inocentes, nos ponemos al lado de los que estamos viviendo momentos de incertidumbre, como lo decíamos anteriormente ante hechos criminales que no tienen perdón de Dios. Hace pocos días y como estos hay muchos, debido a que no se pagó una extorsión, fue asesinado un empleado de una empresa junto a dos niños, hijos de una su cuñada que luego de repartir el producto que transportaba, llevaría los niños al médico porque estaban con fiebre, fruto de los cambios climáticos, y fueron vilmente ametrallados. Para todos los vecinos fue algo muy doloroso, ya que se suma a la constante que vienen realizando los extorsionadores de asesinar hasta niños, con tal de obtener dinero fácil a través de una extorsión. Las quejas y lamentos de las personas en el funeral eran muy dolorosos, incluso hubo personas que se desmayaron ante tal impacto y pidiendo que se haga justicia ante tal hecho delictivo. Los pequeños oscilaban entre 2 y 9 años de edad, una niña y un varoncito. Nos preguntamos, cómo es posible que se ande asesinado personas inocentes como estos niños que empezaban a vivir. Ya todos los que vivimos en Guatemala tenemos el dicho de «pedimos a Dios que nos cuide, porque no sabemos si vamos a regresar a casa» Imagínese, estimado lector, qué estrés el que se está dando ante tantos hechos sangrientos que venimos enfrentando diariamente. Ahora hasta terrorismo se ve en el ataque con granadas a buses. Muchas personas encuentran la muerte en la calle, ante tanto vandalismo donde los criminales toman las calles de la ciudad como si fuera una zona de guerra. La pena de muerte puede ser aplicada, pero que sea bien aplicada. Se debe de dar a todos aquellos que son los culpables de tantos asesinatos y que mantienen al ciudadano en constante intranquilidad. Es una necesidad que se pide a gritos, que me perdonen mis amigos de los Derechos Humanos, pero sabemos que no generará más violencia y que sí se debe de aplicar, y, veremos cómo todo puede tener un freno ante tanta maldad de sujetos sin valores, culpables de cubrir el suelo patrio con una cortina negra de luto. Para eso se hicieron las leyes, para aplicarlas con todos sus derechos. La pena de muerte se debe de tomar en cuenta, en vez de andar diciendo que se aplique un decreto para quitarla, lo que sería una gran desconsideración ante un pueblo que clama justicia y no encuentra eco a su llamado. Personas descuartizadas, niñas asesinadas y violadas, personas brutalmente asesinadas por no pagar extorsiones y muchos más males violentos, pueden detenerse si se aplica algo tan necesario como es hoy, la pena de muerte.