La pelí­cula animada «Up» destacó en la apertura de Cannes


Carl, un hombre deprimido y huraño, decide atar miles de globos a la chimenea de su casa y volar rumbo a la aventura.

Tan sólo 10 minutos después de que el Festival de Cannes hubiera echado a andar, la prensa internacional ya tení­a el corazón en un puño. Los informadores tení­an unas ganas tremendas de llorar y al mismo tiempo de aplaudir a rabiar por la inmensa belleza de lo que acababa de suceder en la pantalla ante la que se habí­an sentado. Sólo las grandes pelí­culas pueden lograr cosas así­. Y Up, la encargada de abrir el certamen francés, es una gran pelí­cula.


El personaje principal está basado en Walter Matthau y Spencer Tracy.Poster publicitario de Up.

Casi está de más puntualizar. Quienes consideraron arriesgada la decisión de los programadores de inaugurar esta 62ª edición con una pelí­cula de animación en 3D no tuvieron en cuenta que la productora Disney-Pixar se dedica a hacer obras maestras. Ayer, el jefe de la compañí­a, John Lasseter, explicó cuál es su secreto. «Contar historias que tengan un corazón muy grande y hacer caso a lo que decí­a Walt Disney: cada risa que provoque tu historia debe ir acompañada de una lágrima».

Que la máxima funciona se demuestra en los primeros diez minutos de Up, un resumen perfecto de los placeres y los sinsabores de la vida, y la explicación de por qué el protagonista del filme, un anciano llamado Carl, es un hombre deprimido, huraño, que un dí­a decide atar miles de globos a la chimenea de su casa y volar a bordo de ella rumbo a la aventura.

Lo que sucede al anciano a partir de ese momento -dibujado tomando como modelos a Spencer Tracy y Walter Matthau, según el director, Peter Docter- es una historia a la vez triste e hilarante que usa magistralmente la tecnologí­a digital, especialmente explorando la profundidad de campo y las posibilidades del color. Sin embargo, evita lanzar al espectador lí­quidos u objetos virtuales a la cara, como hacen la mayor parte de producciones actuales en tres dimensiones. «Lo único que logran ese tipo de efectos visuales es despistar al público», lamentó Lasseter.

En cambio, Up posee un aire artesanal a pesar de haber sido materializada en un disco duro. El filme tiene citas-homenaje a pelí­culas como Porco Rosso y El castillo ambulante, del maestro japonés Hayao Miyazaki. «De él he aprendido a valorar los momentos de quietud, porque el cine de animación suele estar atiborrado de acción y energí­a. Le falta calma», aseguró Docter, que ya dirigió Monstruos Inc. y fue nominado al Oscar por su guión de Wall·E.

Up muestra cómo el anciano Carl descubre finalmente que el mero hecho de estar con la persona que amas es, con diferencia, la mayor de las aventuras. Y eso es algo que nos permite soñar.