La pasión por el deporte


El acoso era tan chapucero que funcionó sin levantar sospechas. Michael David Barrett, de 47 años, pidió una habitación de hotel junto a la de la presentadora estrella de deportes de la cadena estadounidense ESPN Erin Andrews, de 31 años. Hizo unos agujeros en la pared y grabó unas imágenes de la reportera, que parecí­an sacadas de una pelí­cula erótica de bajo presupuesto. Se veí­a a Andrews en la soledad de su habitación, desnuda, mirándose al espejo, moviendo su rubio pelo mientras hací­a estiramientos de espalda.


En total, grabó ocho ví­deos, siete de ellos en una visita de Andrews a Nashville, en septiembre de 2008. El octavo fue rodado en otro hotel, en Milwaukee, dos meses antes. En febrero de este año comenzaron a difundirse por Internet. En julio se supo que la rubia era Andrews, votada como la reportera de deportes más sexy por la revista Playboy en 2007 y 2008. Al conocer los videos, la presentadora emitió un comunicado a través de su abogado, Marshall B. Grossman. «Mientras estaba sola en la intimidad de su hotel, Erin Andrews fue grabada subrepticiamente sin su conocimiento o consentimiento», dijo el abogado. «Fue la ví­ctima de un crimen y ha tomado las medidas pertinentes para protegerse».