El Auditorium del museo del Louvre se afirma una vez más como institución vanguardista en el dominio de los archivos de música filmados, gracias a la pasión de Christian Labrande, cuya pericia se exporta a Nueva York y Londres.
Hasta el 4 de abril, el museo parisino programa 30 sesiones de música filmada, presentando un centenar de documentos de archivo sobre el tema «Beethoven y sus metamorfosis», desde los años 1940 con los monumentos sinfónicos de Klemperer o Rodzinski, hasta las relecturas «barrocas» de Harnoncourt y Herreweghe.
«La idea es mostrar, a partir de una gran diversidad de versiones y de intérpretes, una evolución de tiempo y estilo en la manera de interpretar a Beethoven», explica el programador de música filmada del Louvre, Christian Labrande.
«El interés de la imagen es que la vista ayuda al oído: se captan mejor la interpretación cuando se ve la batuta del director de orquesta», estima el organizador.
Por ejemplo, en una de las sesiones se mostrará una clara oposición de estilo, en la Novena Sinfonía, entre Furtwí¤ngler, con su «cuerpo en vibración» y Toscanini, de gesto «preciso, cincelado».
Labrande, discófilo apasionado, se lanzó a la aventura de la difusión de la música filmada hace casi 20 años. «En esa época, los fondos de archivo no eran explotados en absoluto. Todo un patrimonio se dejaba dormido», recuerda.
Guiado por «el gusto de los archivos», «la pasión de encontrar tesoros ocultos y recuperar instantes que se creían perdidos para siempre», Christian Labrande emprendió sus primeras cosechas de películas.
Recuerda que una vez encontró en una cinemateca polvorienta de un suburbio de Berlín las películas que mostraban la obra del gran director de orquesta Arthur Nikisch (1855-1922).
Con el advenimiento del DVD y de Internet, «el oficio ha cambiado enormemente», señala Christian Labrande. La frecuentación del portal YouTube le ha permitido localizar un inédito absoluto para su ciclo Beethoven, al cabo de una investigación digna de Sherlock Holmes.
«Todo empezó con un fragmento en que se veía, como único indicio, una locutora que hablaba español y en la pantalla la sigla de un canal de televisión: ¡era una película de Carlos Kleiber dirigiendo la Quinta Sinfonía de Beethoven durante una gira por México de la Filarmónica de Viena en 1982!», cuenta con entusiasmo Christian Labrande.
En estos tiempos de individualismo de los comportamientos y de «home cinema» triunfante, la programación de música filmada resiste bastante bien. «Siempre existirá el placer de encontrar el archivo en sala, en pantalla grande. El público aplaude, es una magia colectiva, nos sentimos como enanos que miran a gigantes», estima.
Una afirmación que respalda el hecho de que las sesiones de música filmada de Christian Labrande son apreciadas internacionalmente. El ciclo «Beethoven y sus metamorfosis» será programado en el Lincoln Center de Nueva York en mayo próximo, y en el King»s Place de Londres del 20 de octubre de 2008 al 28 de junio de 2009.