La educación del nivel diversificado debe estar orientada hacia las exigencias del mercado laboral, dicen algunos expertos que conocen de cerca las condiciones de los educandos y educadores del país. Y hacia esa línea se dirige la propuesta del Ministerio de Educación en cuanto a reformar la carrera del Magisterio: tratar de que los futuros trabajadores encuentren lugar en el ir y venir de la oferta y la demanda.
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Uno de los supuestos sobre los que descansa la medida oficial, es que la calidad del capital humano de Guatemala debe mejorar, a raíz de empezar a profesionalizar a los maestros que actualmente imparten clases a los estudiantes del nivel primario y, los que a partir del próximo año deseen ser educadores de ese nivel, deben cursar dos grados de bachillerato con orientación en educación y luego acreditar nivel técnico universitario.
Otro de los supuestos, es que para lograr mejor atención de cobertura en educación preprimaria, en este momento, se debe procurar, como prioridad nacional, ampliar la enseñanza en ese nivel, a la mayor cantidad de niños y niñas posible.
Las intenciones del gobierno en cuanto a este tema, parecen ser las más certeras, para que como resultado se logre incrementar la competitividad del país y así lograr que los trabajadores, en el corto plazo, se logren colocar en el mercado de trabajo, con el consecuente aumento en su nivel de vida. Esto, aunque las explicaciones que el gobierno haya dado para implementarla, hayan sido de la forma más inadecuada que pueda existir.
Sin embargo, las medidas que tomará el Ministerio se pueden interpretar como la generalización de la mediocridad y restricción de la calidad, porque la educación preprimaria, en la que se supone que se puede orientar mejor a niños y niñas para cultivar la pasión por la lectura, entre otras cosas, no va a mejorar en el mediano plazo, porque se ampliará el mismo modelo que se supone ahora es necesidad cambiar en el nivel primario.
Es indiscutible que la educación en el país debe ser objeto de incremento en calidad, pero la forma en que el Ministerio lo está planteando es pasarle la “papa caliente” a otro gobierno, posiblemente en unos dos o tres períodos, porque cuando se logre nivelar las coberturas de los niveles preprimario y primario, inevitablemente, deberán tomarse medidas muy similares a las que se están desarrollando en cuanto a profesionalizar a maestros en este momento.
Aunque es prudente considerar que los cambios, para que sean aceptados por quienes se verán afectados deben ser graduales, y que todos forman parte de un proceso que se desarrolla de forma paulatina, la cartera de Educación no debería tomar medidas a medias en cuanto a temas tan relevantes como el incremento en parte de la calidad del capital humano. Todo lo contrario, las acciones deberían estar orientadas a quitar, de tajo, las raíces de un modelo de educación que ha demostrado que no está a la altura de lo que los guatemaltecos queremos como Nación.
Por aparte, otra de las acciones que los responsables de la educación estatal deben tomar en cuenta, es la forma en que se enseña a niños, niñas y adolescentes, porque es inaudito que cuando se finaliza el nivel diversificado, solamente se sepa leer y escribir con cierto nivel de comprensión, además de hacer unas cuantas sumas, restas, multiplicaciones y divisiones; y si bien les fue, un par de raíces cuadradas.