La OTAN propone salir de Afganistán en 2014


El presidente de Afganistán, Hamid Karzai (I) Escucha el discurso del secretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen durante la Cumbre de Lisboa. AFP PHOTO/ PIERRE-PHILIPPE MARCOU

La OTAN puso hoy la primera piedra de su salida de Afganistán al adoptar una estrategia para ceder el control de la seguridad entre 2011 y 2014 a las autoridades afganas, nueve años después de lanzar una guerra que todaví­a no ha sido ganada contra los talibanes.


El Presidente de Estados Unidos (D) sostuvo una reunión bilateral con Karzai. AFP PHOTO/ TIM SLOAN

«Hemos lanzado el proceso para que los afganos recuperen el control en su propia casa», declaró el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, en el segundo y último dí­a de una cumbre de la organización en Lisboa.

«El objetivo es que las fuerzas afganas controlen el paí­s para fines de 2014», tras un proceso que se iniciará en el primer semestre de 2011 de forma gradual y «distrito por distrito», precisó Rasmussen.

Estados Unidos y sus aliados reunidos en el seno de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) tienen desplegados unos 140.000 soldados en Afganistán, enzarzados en una lucha contra los talibanes y sus aliados de Al Qaeda.

Los talibanes, derrocados del poder por la coalición internacional liderada por Estados Unidos a fines de 2001, reaccionaron este sábado a las decisiones tomadas en Lisboa al asegurar que la OTAN está «condenada a la derrota».

El plan adoptado por los 28 dirigentes de la OTAN, el resto de 20 paí­ses miembros de la ISAF y el presidente afgano, Hamid Karzai, prevé que a medida que se traspase el control de la seguridad a las fuerzas afganas, las tropas extranjeras se vayan retirando del paí­s.

Estados Unidos, que cuenta con un contingente de 100.000 efectivos, tiene previsto empezar a reducir su presencia en julio de 2011.

Pero los lí­deres de la OTAN quisieron dejar claro que el plan no supone una retirada total o sistemática del contingente extranjero después de 2014.

«Nos quedaremos después de la transición con un papel de apoyo», dijo Rasmussen, tras suscribir con Karzai un «acuerdo a largo plazo entre la OTAN y Afganistán cuya validez se prolongará después de la misión de combate».

«Que quede claro, si los talibanes o quien sea quieren echarnos del paí­s, que se olviden. Nos quedaremos todo el tiempo que sea necesario para finalizar nuestro trabajo», aseguró Rasmussen.

«Todaví­a tenemos muchos duros combates por delante» en Afganistán, advirtió por su parte un alto responsable de la Casa Blanca, precisando que el presidente Barack Obama todaví­a no ha decidido cambiar la naturaleza militar de la misión sobre el terreno.

Los ataques de la insurgencia han hecho de 2010 el año más mortal para las tropas aliadas, con 654 soldados fallecidos. Desde que se inició la campaña en 2001, más de 2.200 efectivos perdieron la vida en el paí­s.

Con el fin de garantizar el éxito del proceso de «transición», Obama pidió a los aliados el compromiso de enviar equipos suplementarios de instructores para formar a las fuerzas afganas.

Canadá ya indicó esta semana que su presencia militar de casi un millar de soldados será suplantada por una misión de instrucción y Portugal avanzó el sábado que desplegará unos 40 entrenadores más.

La OTAN confí­a en obtener suficientes fondos y entrenadores militares para aumentar el número de efectivos en las fuerzas afganas de 256.000 a 306.000 en los próximos doce meses.

Por su parte, Karzai aprovechó la cumbre para reiterar su llamamiento a Estados Unidos de que reduzca la intensidad de sus operaciones militares, especialmente las nocturnas conducidas por sus fuerzas especiales.

«Espero que las dificultades desaparecerán a medida que avancemos», declaró Karzai a la prensa, interrogado sobre la cuestión.

Paralelamente, la OTAN abrió este sábado en la capital portuguesa una reunión con el presidente ruso, Dimitri Medvedev, con quien impulsó su cooperación sobre Afganistán.

Moscú acordó extender el acuerdo por el que permite el paso por su territorio de provisiones militares no letales de la Alianza hacia Afganistán, indicó Rasmussen.

La cumbre entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Rusia es la primera desde el conflicto de agosto de 2008 en Georgia, cuyo gobierno, aliado de Estados Unidos, se enfrentó durante cinco dí­as a dos provincias separatistas apoyadas por Moscú.

AFGANISTíN Intervención estadounidense


Estas son las principales fechas de la intervención estadounidense en Afganistán desde el 7 de octubre de 2001, comienzo de la ofensiva militar para perseguir a Osama Bin Laden y su red Al Qaeda después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

– En diciembre de 2001, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld afirma que un total de 1.500 a 2.000 soldados estadounidenses están desplegados en el territorio afgano.

– En marzo de 2004, el contingente estadounidense alcanza unos 13.500 soldados con la llegada de 2.000 infantes de marina. Los efectivos comienzan a aumentar progresivamente, mientras las fuerzas estadounidenses tratan de extender el control del gobierno afgano más allá de Kabul.

– En diciembre de 2005, el ejército estadounidense cuenta con 19.000 soldados en Afganistán.

– En abril de 2006, al comenzar la ofensiva de la primavera (boreal) de los talibanes, el contingente estadounidense llega a 23.300 soldados para disminuir a unos 20.000 después de su traslado desde el sur del paí­s, que pasa bajo mando de la OTAN.

– En febrero de 2007, el Pentágono anuncia que los efectivos militares van a aumentar a 27.000 soldados con el despliegue de una nueva brigada, destinada a enfrentar una ofensiva de los talibanes que se espera para primavera.

– En julio de 2008, el Pentágono, que ya ha enviado unos 3.500 infantes de marina como refuerzo, cuenta con 36.000 soldados en el terreno, pero condiciona el enví­o de tropas suplementarias a una disminución del contingente en Irak.

– En agosto de 2008, el Pentágono prolonga hasta noviembre el despliegue de 1.250 infantes de marina, para mantener el ritmo de entrenamiento de las fuerzas de seguridad afganas. Washington ya ha prolongado hasta noviembre la misión de los 2.200 infantes de marina en el sur de Afganistán.

– En febrero de 2009, el nuevo presidente estadounidense, Barack Obama, autoriza el despliegue de unos 17.000 soldados suplementarios en Afganistán, además de los 38.000 desplegados en el terreno. En marzo, anuncia «una nueva estrategia» que prevé un aumento de la ayuda civil así­ como el enví­o de 4.000 soldados suplementarios para ayudar a la formación de las fuerzas de seguridad afganas.

– En diciembre de 2009, Barack Obama anuncia el despliegue acelerado de 30.000 soldados suplementarios para comienzos de 2010 calificando el enví­o de esos refuerzos de «interés nacional vital» para Estados Unidos. También asegura que «después de 18 meses, las tropas comenzarán a volver a casa», es decir, a partir de julio de 2011.

– En febrero de 2010, 15.000 soldados de la OTAN, en su mayorí­a estadounidenses, lanzan una ofensiva contra el bastión talibán de Marjah (sur), la más importante desde la caí­da de los talibanes en 2001.

– En junio, el general David Petraeus es nombrado a la cabeza de la coalición internacional y reemplaza al general Stanley McChrystal, destituido después de declaraciones contra el ejecutivo estadounidense.