Actualmente en la era de la informática, leer y escribir son herramientas ineludibles para comunicarse e interactuar en un mundo globalizado. Tomando en cuenta que se le da la oportunidad al lector de interactuar y enriquecer su vocabulario con personas de diferentes países y con diversos tipos de texto: narrativos, científicos, poéticos, periodísticos, administrativos, publicitarios, instructivos, discontinuos, informativos, expositivos, descriptivos y argumentativos. Asimismo el lector al enfrentarse con esta oportunidad, se exige maniobrar diferentes procesos y estrategias cognitivas de lectura para poder sintetizar, evaluar y juzgar su autenticidad y relevancia.
La lectura es la base fundamental en el desarrollo social y cultural de la humanidad, tomando en cuenta que las personas que disfrutan de la lectura, mejoran su calidad de vida, se le abren puertas de superación personal, comparten experiencias, conocimientos e informaciones, moldean su personalidad, son personas competentes para resolver y tomar sus propias decisiones, estimulan la creatividad e imaginación, mejoran el desarrollo del lenguaje, conocen diversidad de lugares y por ende se conectan con diferentes autores y personalidades del universo. Caso contrario, las personas que no saben leer, tienen grandes desventajas y menos oportunidades de trabajo, baja autoestima, no ejercen con amplitud sus derechos y obligaciones, son personas dependientes y manipuladas, temibles a la tecnología y por ende al mundo globalizado.
Roncal y Montepeque (2011, pág. 9) afirma: “Leer es un proceso interactivo que consiste en captar, extraer, comprender, valorar y utilizar el significado de un texto” por ello, debe considerarse la lectura como una actividad permanente, mediadora, de gozo y de entrenamiento, que poco a poco nos lleve a la investigación y el trabajo, como persona competitiva y exitosa en el mundo actual.
Asimismo, MINEDUC (2013, págs. 9 y 10) menciona ciertas razones básicas para preocuparse por enseñar a leer bien: “desarrolla el lenguaje y el pensamiento, favorece el éxito escolar, permite adquirir nuevos conocimientos, promueve el ejercicio de la ciudadanía y posibilita mejorar las condiciones de vida…”
Es ineludible que las universidades estatales y privadas prioricen nuevos paradigmas curriculares y cambios profundos en los procesos de enseñanza-aprendizaje, con el fin de convertir el proceso lector en un instrumento eficaz en el éxito académico, en vista que enseñar no es transmitir conocimientos, sino interactuar y construir el conocimiento a partir de las experiencias previas para transformar el aprendizaje en significativo, permitiendo al estudiante desarrollar sus potencialidades y proyectarse en un entorno natural y sociocultural en forma reflexiva, crítica, prospectiva y creativa.
De esta manera las instituciones educativas tienen el compromiso de focalizar sus políticas en la sensibilización, entrenamiento, actualización periódica, diversidad de materiales de lectura adecuados y un espacio físico que ofrezca variedad de oportunidades que estimulen el interés y el hábito por la lectura, para disminuir las dificultades en el proceso de la comprensión y lograr que los discentes se apropien automáticamente de las estrategias lectoras de forma espontánea, a través de la práctica como lectores y escritores independientes y autónomos.