Los ministros de la OPEP insistían hoy en la necesidad de cumplir al 100% con los recortes de producción de petróleo decididos a fines de 2008, en la víspera de una reunión del cartel que podría ir un poco más lejos y anunciar un modesto cierre de los grifos.
El cartel desea forzar un alza de los precios, que rondan los 45 dólares y han caído unos 100 dólares desde julio pasado, pero debe cuidarse de no deprimir todavía más la demanda en momentos en que la recesión económica golpea de lleno a los principales consumidores mundiales de crudo.
La OPEP ha recortado su oferta petrolera en sus últimas tres reuniones, y desde comienzos del año ha logrado frenar el derrumbe de los precios, que llegaron a caer hasta los 32,40 dólares el barril en diciembre.
Pero esta vez, ni los miembros más radicales en cuanto a precios, Irán y Venezuela, que necesitan desesperadamente más ingresos para financiar sus presupuestos, han pedido explícitamente un nuevo recorte de la producción, aunque lo han sugerido al estimar que el mercado está sobreabastecido.
«Hay demasiado petróleo» en el mercado, afirmó hoy al llegar a Viena el ministro iraní de Petróleo, Gholam Hossein Nozari. «Estudiaremos el mercado y luego decidiremos», dijo.
Para Venezuela, el mercado está sobreabastecido en al menos 1,5 millones de barriles diarios (b/d), estimó el ministro de Energía, Rafael Ramírez, al llegar a Viena anoche.
«Existe una sobreproducción en el mercado y vamos a discutir cómo drenar eso», aseguró.
Actualmente «tenemos un muy buen nivel de cumplimiento (de los niveles de producción decididos en diciembre) pero vamos a trabajar para tener un cumplimiento de 100%», apuntó.
El ministro de Petróleo de Kuwait, Ahmad Abdalah al Sabah, también señaló que el cumplimiento de las cuotas será fundamental para proceder o no a un nuevo cierre de los grifos.
«Tenemos que ver el cumplimiento (…) Todo depende de los datos. Es una decisión colectiva» y no todos están de acuerdo con un nuevo recorte, afirmó.
La OPEP se comprometió a mediados de diciembre a recortar su producción en 4,2 millones de barriles diarios (b/d) respecto a su nivel de septiembre, a 24,84 millones de b/d.
En las últimas semanas el cumplimiento de esta meta ha superado el 80%, un nivel inédito en la historia del cartel, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), que representa los intereses de los principales países consumidores.
La mayor parte de esta reducción (1,6 millones de b/d) ha recaído en Arabia Saudita, primer productor de oro negro de la OPEP y su líder de facto.
Un argumento para drenar el crudo sobrante del mercado es el derrumbe de la demanda generado por la crisis económica. La AIE y la OPEP revisaron ayer a la baja sus pronósticos y ahora estiman una contracción de 1,2 millones y un millón de b/d en 2009, respectivamente.
La prudencia de la OPEP sobre el desenlace de la reunión puede indicar que los sauditas quieren un mayor respeto de las cuotas antes de ir más lejos. Pero también puede ser sólo una estrategia para generar sorpresa en los mercados y provocar una mayor escalada de los precios.
«La OPEP ha estado enviando señales múltiples y contradictorias durante la semana para probar la reacción del mercado, y la respuesta parece ser bastante clara: un recorte y trataremos de derrumbar la resistencia de los 50 dólares, sin recorte estaremos en el margen de los 40-50 dólares», indicó Olivier Jakob, de la consultora Petromatrix.
Para James L. Williams, de la consultora estadounidense WTRG Economics, la OPEP mantendrá el statu quo mañana.
«Como es habitual, los sauditas han recortado un monto desproporcionado y probablemente presionen a los demás a cumplir sus promesas antes de dar su acuerdo a un nuevo recorte», afirmó.