La ONU lanza en Bali la negociación sobre el futuro del cambio climático


Un activista ambiental se para en un anuncio gigante que pide acciones contra el cambio climático a los representantes de la Conferencia de Bali.

Tras unas tensas negociaciones en las que Estados Unidos se quedó solo, la comunidad internacional lanzó hoy en la Conferencia en Bali (Indonesia), un proceso de negociación en la lucha contra el cambio climático que deberí­a culminar en 2009.


Después de un agotador maratón nocturno y tensos enfrentamientos, los exhaustos delegados de los 190 paí­ses miembros de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) adoptaron por consenso la «hoja de ruta de Bali».

«El Secretario General celebra el resultado de la conferencia de Bali», afirmó Naciones Unidas.

Horas antes, cuando las negociaciones estaban todaví­a estancadas, Ban Ki-moon habí­a afirmado sentirse «decepcionado» por el curso de la negociación. El secretario general ha hecho de la lucha contra el cambio climático una de sus prioridades.

Durante el pleno, la negociadora estadounidense Paula Dobriansky empezó por afirmar que Washington rechazaba la propuesta de acuerdo porque querí­a mayores compromisos por parte de los paí­ses en ví­as de desarrollo.

La declaración de Dobriansky fue recibida con abucheos en la sala. Varias delegaciones le respondieron con firmeza y sus aliados hasta ese momento, Canadá y Australia, se quedaron callados.

Ante la creciente presión internacional, Dobriansky dio un giro y acabó afirmando que su paí­s estaba dispuesto a «continuar avanzando y sumarse al consenso».

Ban Ki-moon, que se habí­a ido de Bali el miércoles, decidió regresar hoy para dirigirse al pleno.

«De hecho, me presento ante ustedes sin entusiasmo. Francamente, estoy decepcionado por la falta de avances», afirmó, al tiempo que llamaba a los participantes a mostrar mayor flexibilidad para evitar el fracaso.

«Aprovechen el momento, este momento, por el bien de la Humanidad», afirmó.

Maratónicas negociaciones durante la noche parecí­an haber dado resultados por la mañana cuando la Unión Europea accedió a hacer concesiones ante la negativa de Estados Unidos a incluir en el texto una mención, con cifras y fechas, a los compromisos de reducción de emisiones contaminantes de los paí­ses ricos.

Desde principios de semana, Estados Unidos y la Unión Europea se habí­an enfrentado en torno a la mención de un rango de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del 25-40%, respecto a los niveles de 1990, para los paí­ses industrializados antes de 2020.

Según el texto final, la comunidad internacional sólo «reconoce que se deben efectuar severas reducciones de las emisiones mundiales».

Después, el acuerdo chocó con un nuevo escollo, cuando los paí­ses en ví­as de desarrollo, liderados por China e India, pidieron más avances en la transferencia de tecnologí­a por parte de los paí­ses industrializados.

Al final, gracias a la flexibilidad de unos y otros, la conferencia logró ponerse de acuerdo, in extremis, sobre un marco modesto e «insuficiente», según ecologistas y cientí­ficos, pero que permitió evitar el fracaso.

«Venimos de muy lejos y la esperanza es que Estados Unidos acabe adoptando una posición más ambiciosa en los próximos años», explicó Jean Jouzel, miembro del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), organismo que recientemente recibió el premio Nobel de la Paz.

«El punto positivo es que deja un asiento en la mesa de negociación para el próximo» presidente estadounidense, consideró por su parte Hans Verolme, de la organización ecologista Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

Según el texto adoptado, el proceso de negociación internacional que debe desembocar en un acuerdo para reforzar la lucha contra el cambio climático a partir de 2012 deberí­a comenzar, a más tardar, en marzo o abril de 2008.

El Protocolo de Kioto expira en 2012 y, para evitar que existan lagunas con el nuevo acuerdo, éste deberí­a estar listo en 2009, para dejar a los paí­ses el tiempo necesario para ratificarlo.

La hoja de ruta

– Estipula que las negociaciones para un nuevo tratado que sustituya al protocolo de Kioto, cuando éste expire en 2012, deben comenzar a más tardar en abril de 2008 y finalizar en 2009.

– Subraya «la urgencia» de una acción internacional frente al calentamiento del planeta, sin indicar las medidas a tomar y encarga a un equipo de expertos internacionales que estudie la evolución del clima.

– Lanza un proceso global que, por primera vez, implica a paí­ses industrializados y a los que están en ví­as de desarrollo con el fin de reducir sus emisiones contaminantes.

– Promete reforzar la financiación y las inversiones para apoyar las acciones encaminadas a disminuir las emisiones.